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Un celador y siete perros merodean por los siete pisos. El predio está solitario y con propietarios que parecen olvidarlo. Hace once años cerró en Barranquilla la antigua clínica del Seguro Social Los Andes que, como otros inmuebles de la ciudad, ha sido consumida por la desidia y el abandono de sus ‘padres’.

Desde su quiebra, las estructuras del que fue el Seguro Social más grande de la Costa Caribe fueron decayendo. Rejas oxidadas, vidrios rotos, paredes con grafitis y olor a orín son lo que queda de un centro con 320 habitaciones dotadas y 12 salas impecables de cirugía.

En la capital del Atlántico, un incontable número de predios corre la misma suerte. El Distrito dice haber identificado al menos 30 en estas condiciones, aunque la cifra no corresponde a ningún censo oficial.

La gran mayoría se concentra en las localidades Norte Centro Histórico y Riomar, según precisó el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Henry Cáceres.

El estado de abandono incrementa la percepción de inseguridad en la comunidad. Las instalaciones de hoteles con épocas doradas pasaron de recibir huéspedes ilustres a acoger delincuentes y habitantes de la calle. Los escenarios se han prestado, en muchos de los casos, como ‘ollas’ de microtráfico de drogas o baño público para los inadaptados.

'Menos mal ya cercaron esto. Antes la situación era maluca, atracaban en la noche y los indigentes se metían a hacer de las suyas', comenta Freddy Rodríguez, un comerciante que se ubica en la calle 72, mientras contempla el gran Edificio Avianca, que dejó de funcionar hace unos 10 años.

El elemento que agrava la situación, de acuerdo con el secretario Cáceres, es que como consecuencia del deterioro de las estructuras de un inmueble abandonado, este se venga abajo, algo que 'puede afectar la salud y seguridad de alguna persona'.

'Una casa en mal estado corre ese riesgo. Por eso es importante que los ciudadanos denuncien y reporten la situación a las distintas entidades, ya sea al Distrito, Barranquilla Verde o Triple A', manifestó el funcionario.

En cuanto a las razones para dejarlos desolados, explicó que son variadas. Algunos quedan ‘huérfanos’ de inversiones y mejoramiento por el fallecimiento de su propietario, desacuerdos entre las familias o liquidación y quiebra de las empresas.

Correcciones

Con la entrada en vigencia del Código de Policía, las administraciones distritales y departamentales tienen competencias para intervenir cuando un predio privado genere perturbación por 'daños materiales o hechos que la alteren, o por no reparar las averías o daños en el propio inmueble que pongan en peligro, perjudiquen o molesten a los vecinos'.

Con esta reglamentación, los propietarios de dichos inmuebles no podrán omitir, en caso de ser necesario, el cerramiento y mantenimiento de lotes y fachadas de edificaciones con estas condiciones.

Por su parte, la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público, a través de las inspecciones urbanas de policía adscritas a esta dependencia, podrá tomar las medidas cuando se incurra en estos comportamientos.

De acuerdo con la norma, las medidas podrán conllevar también a la finalización y adecuación final de esta edificación en abandono, o la demolición de las obras por parte del propietario o por la autoridad de control urbanístico.

'Estamos trabajando en el censo de estos predios para poder instaurar correctivos y evitar que ocurran hechos que alteren la salud de las personas. Estas edificaciones deberán garantizar seguridad, ya sea a través de cerramientos y vigilancia', expresó Cáceres.

En el Plan de Ordenamiento Territorial, la principal carta de navegación para el ordenamiento y control urbanístico dentro del Distrito, también señala que se deberá garantizar la salubridad y seguridad de las personas, así como la estabilidad de los terrenos y edificaciones vecinas.

Durante un recorrido del equipo periodístico de EL HERALDO fueron visitadas cinco de las edificaciones abandonadas en la ciudad, las cuales se caracterizan por haber tenido historias doradas en su época, pero cuyo futuro resulta incierto. El Hotel Royal, Apartahotel El Golf y la Casa Marval son algunas de ellos.

Entre los destinos para estos inmuebles, que en su mayoría fueron desvalijados, está la venta del predio, demolición y construcción de nuevos proyectos. El antiguo ISS de Los Andes sería un nuevo centro comercial y de servicios, y el Hotel El Golf una opción de vivienda.

'Ese proyecto lo tienen hace años, el problema es que aún no llega ni el primer obrero a poner piedras. Allí está la valla que informa sobre el futuro de la clínica, pero quién sabe cuándo pasará eso', dijo uno de los vecinos del seguro Los Andes.