Compartir:

Los comerciantes del Centro Histórico de Barranquilla reclaman celeridad en las obras de peatonalización, ante la cercanía de la temporada alta en ventas y tras nueve meses de atrasos en los trabajos.

Las labores para recuperar seis tramos viales en este sector comenzaron a ejecutarse el 26 de julio de 2016 y su plazo inicial para entregar la obra era enero de este año. Luego, ante las demoras, se corrió la fecha de finalización a mayo, pero ahora el Distrito aspira a culminarlas antes del terminar el segundo semestre de 2018.

'No es simplemente una pavimentación y peatonalización. Es mucho más que eso. Son obras hidráulicas, eléctricas, de telecomunicaciones. No es un frente de trabajo sino que todos los especialistas trabajan de manera coordinada', manifestó la alcaldesa encargada, Ana María Aljure.

Hasta el momento, según expresó la funcionaria en diálogo con EL HERALDO, 'las obras van muy avanzadas'.

'Estamos muy bien y seguimos trabajando. Pedimos disculpas a los comerciantes, pero pueden tener la seguridad que esto valdrá mucho la pena y que nosotros evitaremos generar los mayores percances en esta temporada que se avecina', dijo Aljure.

Las obras

Actualmente, el punto que a simple vista evidencia mayor avance es la calle 33, entre carreras 40 y 41, donde se han instalado al menos siete módulos, de los 11 contemplados.

Así lo precisó la jefe en Espacio Público, María Teresa Rubio, quien destacó que en este sector 'aspiramos a entregar módulos a final de este mes'.

'Aquí nos encontramos en la etapa de acabados, terminando de pintar los módulos, cumpliendo con las provisiones de luz y haciendo ajustes de fachada', declaró.

Los trabajos, sin embargo, han sido objeto de críticas por algunos comerciantes del sector, quienes se mostraron en desacuerdo con los resultados de los acabados y que denunciaron 'problemas cuando llueve porque se rebosan las aguas negras de la alcantarilla'.

'Reconocemos que luce mucho mejor que antes, pero no comprendemos cómo es posible que un piso nuevo ya esté tan rajado', opinó Daniel Pinto, propietario de un almacén.

Mientras tanto, en la calle 33 entre carreras 42 y 43, aún no se ha comenzado la instalación de módulos, aunque los obreros ya han empezado a trabajar en las bases.

Sobre la posibilidad que esos módulos estén listas ante noviembre o diciembre, los comerciantes se mostraron escépticos.

'Nos han dicho que a finales de este año ya estaremos reubicados, pero no creo que eso ocurra. Se han demorado mucho', aseguró Francisco Sierra, de 61 años.

En eso coincidió Elkin Gutiérrez, de 27 años, quien se dedica a arreglar calzado. El comerciante criticó que 'a veces vemos que no vienen ni a trabajar. Dura eso solo por días y luego regresan'.

El punto crítico de las obras es en la carrera 41B entre calles 30 y 31, donde cerca de 25 comerciantes se han visto obligados a cerrar sus locales, teniendo en cuenta que el acceso de los clientes a este punto ha sido 'muy complicado'.

'Es imposible que la gente camine por allí. Están completamente cerrados en este momento y muchos de ellos quebraron en el sector, mientras que otros trataron de mantenerse allí con ventas bajas porque no hay posibilidad de que ellos ejerzan su labor con normalidad, pues no hay accesos', manifestó Dina Luz Pardo, de la Asociación de Comerciantes del Centro de Barranquilla, Asocentro.

Con respecto a ese punto, Aljure explicó que los retrasos han obedecido a los trabajos de alta ingeniería que se requirieron.

'Estuvieron trabajando los expertos de Triple A y los contratista para instalar un box culvert que conectará con el Caño de la Auyama. En unos 15 días se fundirá el solado (adoquín)', aseguró la funcionaria.