Compartir:

El pulso político por la descentralización administrativa vuelve a calentarse en Barranquilla. La disputa, que no es nueva, la vienen dando la mayoría de ediles de la ciudad desde hace cuatro años, cuando se expidió la Ley de Distritos (1617 de 2013).

EL HERALDO conoció un derecho de petición que fue presentado por el presidente de la Junta Administradora Local Norte Centro Histórico, Edgardo Gómez Martínez, con el que se le solicita a la Alcaldía Distrital que socialice el proyecto de presupuesto de 2018 con las diferentes Juntas Administradoras Locales (JAL) de la ciudad antes de que lo radique en el Concejo, pues de lo contrario la administración estaría incurriendo en mala conducta e, incluso, falta disciplinaria.

Con la acción, se busca reposicionar el debate sobre el manejo de los recursos en el Distrito, y la nula participación de las JAL en el mismo.

Gómez, quien además es abogado, precisó que el pedido presentado a la Alcaldía se sustenta en las leyes 136 de 1994 y 1617 de 2013, las cuales dejan en claro el amparo jurídico que tienen las juntas locales para rendir concepto y participar de las partidas presupuestales.

Tema de fondo

Jhosman Paternina, quien preside la Asociación de Ediles de Barranquilla, Asoedba, también explicó que con la expedición de la Ley 1617 de 2013 se le dio vida a la figura de los Fondos de Desarrollo Local, que no son más que los recursos destinados para las diferentes localidades.

En efecto, y tal como se lee en el texto jurídico, a los Fondos les corresponde no menos del 10% de los ingresos corrientes del presupuesto central para ser distribuidos, y su ordenamiento deberá estar a cargo del alcalde local de la mano de los respectivos ediles.

En el caso de la ciudad, al revisarse la proyección del total de los ingresos corrientes del Distrito para el 2018, el cual asciende a unos $834.788.922.804 pesos, se obtiene que para el próximo año debería haber una suma de $83.478 millones para ser repartida bajo el criterio del índice de necesidades básicas insatisfechas entre las cinco localidades.

Paternina explica, no obstante, que a diferencia de ciudades como Cartagena o Bogotá, donde ya los Fondos están completamente implementados y son ejecutados por las autoridades de las localidades, 'en Barranquilla el proceso no se ha dado por falta de voluntad política'.

'Aquí solo vemos los recursos de funcionamiento tanto de los alcaldes locales como de los ediles, pero no los presupuestos para poder ejecutar', indica.

La respuesta de la Alcaldía

Entre tanto, la Alcaldía Distrital argumenta la existencia de un decreto del orden Nacional (el 2388) que permite computar todas las inversiones físicas que se hagan en las localidades, por lo que se descuenta de los Fondos de Desarrollo Local. Esto, indica la Administración, produce que se obtenga un resultado a favor del Distrito, y por eso solo queda el monto de los honorarios de los ediles y alcaldes.

El contraargumento

Los ediles mantienen su posición y aseguran, en primer lugar, que si bien los recursos se les puede descontar a raíz de esa norma, de todas formas por ley el presupuesto y las obras que se vayan a realizar se deben presentar a las JAL para poder darle un visto bueno. Señalan, en segundo lugar, que los alcaldes locales no presentan los anteproyectos necesarios para poder darle proyección a los recursos de la administración central, cuestión que 'nos produce un desconocimiento total respecto de dónde vienen los recursos y cómo se gastan'. Por último, indican que el decreto emitido por el ministerio de Hacienda fue demandado, y está en estudio del Consejo de Estado, a espera de fallo.

¿Los avances de la desconcentración?

Mientras los ediles han dado la puja para que haya una mayor descentralización en la ciudad (entrega de autonomía para manejo de recursos), los alcaldes de las cinco localidades consideran que ha habido avances en el proceso de desconcentración de servicios (delegación de funciones sin capacidad decisoria). Ello, según indican, se ha visto reflejado en el avance de la construcción de las sedes de las alcaldías en las localidades Suroriente y Metropolitana, así como en la entrega de algunas funciones por parte de la administración central.

Así lo sostiene Deivi Cásseres, alcalde de la localidad del Suroccidente, quien resalta, por ejemplo, la desconcentración del servicio de los despachos comisorios y la implementación de los consejos locales de gobierno. Indica, sin embargo, que aunque se presentan esos avances, también quedan grandes cosas por mejorar.

Entre tanto, Ronald Gordillo, también coincide en los avances de la desconcentración de los servicios de las secretarías del Distrito, pero señala que 'incluso el proceso de desconcentración es parcial, porque solo se han visto avances en dos localidades puntualmente a través de la construcción de las sedes de las alcaldías locales y las funciones que allí se prestan: Suroriente y Metropolitana. Todavía faltan otras tres sedes por ser construidas'.