Más de 5.000 tenderos, según el estimativo de Undeco, marcharon desde la Plaza de la Paz hasta la Alcaldía de Barranquilla, para protestar contra el Código de Policía que los ha sancionado desde el 1 de agosto. La marcha finalizó en la calle Murillo, donde bloquearon el tráfico vehicular desde la carrera 43 hasta la 46.
Los comerciantes salieron a marchar desde las 9:45 a.m. con megáfonos, pancartas y pitos. '¡Abajo los impuestos!, ¡somos comerciantes, no delincuentes!, ¡Undeco unido, jamás será vencido!'. Fueron algunas de las frases que gritaron por las casi dos horas que duró el recorrido.
Los comerciantes llegaron hasta Alcaldía buscando una reunión con algún funcionario, pero se dio.
Pasada la 1:00 p.m., los manifestantes decidieron caminar y tomarse la avenida Murillo, a la altura de la carrera 43. Sin embargo, con el correr de los minutos llegaron a bloquear, pacíficamente, hasta la 46.
A las 2:45 p.m., ante la presencia de cientos de Policías y miembros del Esmad, los tenderos decidieron retirarse.
Cuatro puntos
Orlando Jiménez, presidente de la Unión Nacional de Comerciantes, reiteró que marcharon para reclamar cuatro puntos fundamentales en los que el Distrito no les ha dado solución.
Explicó que piden que la terraza no tenga el carácter de espacio público, sino privado. Expresó que en Bogotá con 10° de temperatura tiene esa denominación. 'En Barranquilla, con 34 grados y sol inclemente, con mucha más razón debería tenerlo', añadió.
De igual modo, cuestionó que la Policía esté sancionando los locales porque el comerciante no tiene la documentación al día y el impuesto a las marquesinas o carpas y piden la implementación de un horario, hasta las 10:00 p.m., para que las tiendas 'no sean cantinas'.
Jiménez indicó que las ventas han bajado en un 20% en lo corrido del año.
Varios comparendos
Rodrigo Sánchez Céspedes, propietario de la tienda y panadería El Trópico, ubicada en el barrio El Prado, señaló que apoyó el paro porque con el nuevo Código 'están abusando' y se ha 'afectado mucho'.
'Cierran los establecimientos y a veces se 'agarran de cualquier cosa, como la marquesina o algún papel para no dejarnos trabajar tranquilos', indicó.
Afirmó que sus ventas han bajado en casi un 20% durante los últimos dos meses. 'La cerveza o el licor no se vende como antes. La gente se atiene de ir por eso y prefiere buscar un supermercado', puntualizó.
Por su parte, Gonzalo Jiménez Jiménez, propietario de la tienda La Reforma N°2, afirmó que sus ventas han bajado considerablemente por los cierres que implementa el Código.
'De seguir así, me tendría que ver en la dolorosa necesidad de retirar a dos o tres de mis empleados. He perdido entre 30% y 40% de lo que venía ganando, porque mucha gente no se sienta ni a tomarse una gaseosa, cerveza o simplemente a refrescarse', declaró Jiménez.