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Para Heberto Arrieta Quezada la mañana de ayer fue de total sorpresa cuando se dirigía a la tienda del barrio, en El Limón, donde reside. Estando a unos pocos pasos de llegar para comprar su desayuno, se dio cuenta de que las esteras del establecimiento estaban abajo. Tocó y llamó, pero le dijeron que no le podían vender nada. 

'No sabía que cerrarían hoy (ayer) las tiendas. Todavía no he desayunado, no tenemos ahora qué comer porque no hay nada abierto', dijo Arrieta en su momento. 

El cierre de las tiendas obedecía a la convocatoria realizada por la Unión Nacional de Comerciantes- Undeco, con todos sus agremiados, quienes decidieron ayer hacer un cese de actividades y marchar en contra de algunos artículos que contempla el nuevo Código de Policía. 

La medida adoptada por los tenderos fue calificada por algunas personas como 'perjudicial' para el ciudadano que no tiene para un mercado de una semana o un mes, es decir, que compra a diario en estos establecimientos. 

'Los que compramos a diario la comida, estos cierres nos perjudican. Si vuelven a cerrar las tiendas el afectado siempre será el pueblo, porque es el que les compra todos los días', sostuvo Arrieta Quezada. 

La marcha fue anunciada hace 20 días y desde ese momento y en la noche del lunes, muchas personas se prepararon para atender la situación. 

Jesús Oñoro Peña, habitante del barrio Simón Bolívar, fue uno de esos que se anticipó comprando la noche anterior (lunes) lo que comería ayer durante el día. 

'Yo me enteré del cierre de las tiendas hace una semana, solo compré la comida de hoy (ayer) porque sé que abrirán mañana (hoy)', dijo Oñoro.

Caso contrario pasó con Elizabeth Bolívar, residente del mismo barrio, quien si bien compró algunas cosas con anterioridad, le faltaron algunos víveres para completar su almuerzo. 

'Ayer en la noche (lunes) solo compré lo del desayuno y la leche para hacer los bolis, me faltó comprar el aceite y el arroz. Menos mal pasó un carromula y compré unos guineos verdes, pero me tocó cocinarlos porque no tenía aceite para fritarlos', relató Bolívar, mientras soltaba una carcajada. 

Agregó que por la noche (ayer) iría a un establecimiento de comidas rápidas y compraría comida cocida porque 'no hay de otra si las tiendas continúan cerradas'.

Muchas de las tiendas en el norte de la ciudad y unas pocas en el sur, no atendieron el llamado de Undeco y abrieron sus puertas al público. Otras cerraron sus esteras, pero seguían vendiendo por la ventana de los establecimientos.

Este último caso se evidenció en una tienda ubicada en el barrio El Limón, al suroriente de la ciudad, que pese a estar cerrada, su propietaria Nina Durán decidió ayudar a algunas personas que no se prepararon comprando la noche anterior, vendiéndole los víveres del día.

'Venderle a todo el mundo, no lo estoy haciendo, porque me estoy dedicando a la limpieza. Algunas personas me pidieron el favor y pues les colaboré', dijo Durán, quien agregó que su esposo hizo presencia en la marcha en representación de ella y de la tienda, en apoyo con el gremio. 

'Abrí la tienda porque la situación económica no está tan buena. Tengo una venta de fritos por eso abrimos, pero solo atenderé hasta mediodía (ayer)', dijo Eduardo Mejía, propietario de un establecimiento ubicado en la calle 45 con carrera 26, que no acogió la medida de cierre.