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Una maleta sospechosa fue dejada ayer cerca de la zona de registro de vuelos internacionales de la aerolínea Avianca del aeropuerto Ernesto Cortissoz. De inmediato el área fue despejada, el perro antiexplosivos inspeccionó y la sentada del animal determinó que era artefacto explosivo y fue el punto de partida para cientos de personas saliera de la terminal.

A pesar de eso, nada fue real. Era un simulacro programado por el Grupo Aeroportuario del Caribe por las distintas obras y modificaciones de espacio en la terminal aérea, con el fin de tener el margen de seguridad que necesitan.

Así lo manifestó Christian Carrazana, director de operaciones del aeropuerto Ernesto Cortissoz, quien añadió que solamente lo hicieron en un sector para no afectar las operaciones.

Durante la 'emergencia' una persona se desmayó, las dos personas que dejaron el paquete fueron capturadas y un miembro de la Policía antiexplosivos se puso el traje de antifragmentación EOD9 y colocó el inhibidor de frecuencia para alejar cualquier señal de activación de la bomba.

'Regularmente en una situación real, desactivar una bomba dura casi dos horas, aquí fue cuestión de minutos por distintos permisos. Sin embargo, el ejercicio es muy bueno', señaló Juan Soto, agente encargado de desactivar la bomba.

En el simulacro participó también Sanidad Aeroportuaria, Aerocivil, Bomberos aeroportuarios, Armada Nacional, Fuerza Aérea Cacom 3, Secretaría de Salud, Avianca, American Airlines y Tránsito de Soledad.