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Con la implementación del taxímetro ‘pedagógico’ por parte de la empresa Autotaxis (3222222), única compañía que hasta el momento tiene el sistema, esta periodista de EL HERALDO se dio a la tarea de realizar cinco viajes por Barranquilla y Soledad para saber cómo opera, dónde radica la pedagogía y qué tan funcional puede ser esta herramienta.

Esta reportera solicitó los servicios de transporte como cualquier usuario e ingresó de incógnito a los vehículos para no despertar las sospechas de los conductores y poder evidenciar cómo se desarrolla el proceso.

-Hola, buenos días, ¿cuánto me lleva a la estación Joe Arroyo del Tranmetro? -le pregunté al primero de ellos.

Así comenzó esta experiencia periodística que pretendía determinar si el uso del taxímetro resulta beneficioso para el bolsillo de los usuarios.

Con este nuevo sistema la carrera mínima es de $6.000, comenzando desde el kilómetro 0. Una vez recorridos 3.5 kilómetros, el valor del servicio empieza a aumentar.

Por cada 100 metros se cobran $120, y por cada 60 segundos, cuando el carro se encuentra detenido, son $85.

Para los taxistas, lo más difícil de esta etapa ‘pedagógica’ es convencer al cliente de que no será víctima de una estafa, ya que se ha instalado la idea de que los taxímetros pueden ser manipulados por el conductor. Además, el factor cultural influye en el arreglo voz a voz.

Una de las conclusiones de este ejercicio es que no hay una diferencia sustancial en el cobro con taxímetro para las carreras cortas, pero en trayectos largos puede favorecer o perjudicar al usuario y al mismo conductor dependiendo de distintas variables, como horario, trancones, semáforos, etc.