La restauración del suntuoso telón de boca, diseño del pintor español Alejandro Obregón, será exhibida al público en Barranquilla, según reveló el Banco de la República a EL HERALDO
El gran lienzo continúa a la espera de regresar al lugar que pertenece, el escenario del teatro Amira de la Rosa, cerrado hace más de un año. Mientras tanto, el arte que evoca al Hombre Caimán, una de las más grandes leyendas de la Región Caribe, se mantiene protegido en las instalaciones de Banrepública (sede Barranquilla), encargado de operar al emblemático complejo cultural.
De acuerdo a lo informado por el Emisor, los barranquilleros tendrán la oportunidad de apreciar el proceso de intervención del telón, que contará con un espacio adecuado para la ejecución de este procedimiento.
Por ahora, precisa el banco, el arte el telón se conserva 'debidamente enrollado y empacado', bajo la supervisión de las áreas técnicas de conservación del Banco.
Se explica que, la restauración del telón está enfocada en garantizar su limpieza y estabilidad estructural, aclarando que 'en ningún momento se tocará su parte estética'.
Una vez finalizada esta intervención, indica Banrepública, el telón quedará listo para su exhibición, que antes ya ha sido adecuado tanto para restaurar como para exhibir.
En una comunicación enviada a este medio, el Emisor asegura que ya están listos para iniciar los trabajos y que tienen dispuestos los rubros para esta intervención. Actualmente se encuentran en conversaciones con los herederos del artistas para así obtener su autorización y poder comenzar las labores.
Para eso, Banrepública contratará a una firma especializada en conservación y restauración de bienes muebles, que determinará las técnicas para reparar la obra.
'Adicionalmente cuando se termine la intervención, vemos pertinente que existan charlas y visitas guiadas donde se ilustren tanto las labores de conservación realizadas, como las características plásticas y la importancia del telón y de su autor', destaca la comunicación.
El telón de boca, creado en acrílico sobre lienzo templado sobre un bastidor, estuvo en riesgo por el estado del teatro Amira, que también será sometido a obras de restauración.