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La propuesta del Distrito para construir el nuevo Plan Especial de Manejo y Protección, Pemp, ha generado varias inquietudes en la Sociedad de Ingenieros del Atlántico (SIA), especialmente por las consecuencias que representaría el permiso para construir edificios de 3, 5, 6 y 8 pisos, en la zona patrimonial.

De acuerdo con el presidente de la junta directiva de la Sociedad, Fernando Villarreal, estas alturas sectorizadas en El Prado, Alto Prado y Bellavista 'podrían dar lugar a parqueaderos inmanejables', un punto que sugieren revisar.

'Me inquietan las alturas con relación al tamaño del lote donde se está autorizando. Hay que saber controlar eso porque se están construyendo edificios en lotes no tan grandes y los parqueaderos que se están haciendo son inmanejables porque no son del tamaño suficiente', advierte.

Lo anterior, según consideró, terminaría en 'parqueaderos incómodos y no permitiría una circulación correcta de los vehículos'.

Por su parte, el arquitecto, urbanista y docente universitario, Porfirio Ospino, mostró su desacuerdo con la iniciativa de autorizar edificios de hasta ocho pisos en barrios como El Prado, al considerar que 'la altura máxima debería ser de cuatro pisos, que es lo que equivale, en escala, a una vivienda patrimonial de este sector'.

'Estamos hablando de que el tratamiento urbanístico aplicable al barrio es el de conservación, no contrario al de renovación, de tal forma que un edificio alto al lado de una casa patrimonial genera una especie de aplastamiento porque está rompiendo la escala', señaló.

Otro de los cuestionamientos de los expertos es el listado de bienes inmuebles de carácter monumental, que no pueden ser alterados en su morfología, composición, porque son únicos y deben ser conservados.

'Se han incluido en el plan de conservación unas viviendas que si usted ve están completamente deterioradas y acabadas, lo que afea el barrio. Hay casas que no vale la pena conservar, que es mejor autorizar su demolición y de una se aporta a la renovación urbana de esa zona', expresó Villarreal.

Como ejemplo, reflexionó sobre el caso del antiguo Club Unión Española, ubicado en la calle 53 con 46, del cual cuestionó que 'mantiene una fachada que no pega con el edificio de cinco pisos que está atrás, en aras de conservar algo que no hay que conservar'.

Finalmente, las compensaciones por alturas no permitidas también representan un punto de debate para los expertos. Según Ospino, 'un edificio alto genera un numero excesivo de pisos a compensar que desbalancea la ecuación de las cargas y beneficios'.

A través del decreto 151 de 1998 que reglamenta la ley 388 de 1997, los propietarios de inmuebles en tratamiento de conservación tienen derecho a una compensación mediante la transferencia de derechos de construcción y desarrollo, lo que permite que se comercialicen los permisos de altura no ejecutados en otros sectores.

'Si tienes permiso para una vivienda de altura máximo de ocho pisos y tienes una casa en Villa Heraldo o por Bellas Artes de dos pisos, entonces tienes seis pisos más que puedes construir. Lo pones en bolsa de valores de altura, como especie de un bono y alguien que vaya a construir, por ejemplo en Villa Santos, puede acudir al banco y te puede comprar', explica Ospino.

Advierte que si bien ese proceso resulta 'beneficioso para la economía', 'esto se va a convertir en una carga al Distrito' al generar 'un desequilibrio entre compensaciones y bonos', porque habrá muchos bonos y no dónde compensar.

El Pemp

El Plan Especial de Manejo y Protección busca la conservación del espacio público y las edificaciones, así como regular las alturas y los usos del suelo en los sectores patrimoniales de Barranquilla. Con lo anterior, se permitirá construir edificios de hasta ocho pisos en algunos sectores de El Prado y Alto Prado y manteniendo alturas bajas en Bellavista.