A poco menos de un año de la polémica que rodeó la elección del rector de la Universidad del Atlántico, Carlos Prasca Muñoz, por la división al interior del Consejo Superior de la institución, una nueva disputa en el cuerpo colegiado salta a la vista por el proceso de escogencia de los nuevos decanos para las diez facultades.
Aunque el Consejo Nacional de Acreditación enfatizó en sus observaciones que la elección de decanos en propiedad es fundamental para que la Uniatlántico logre la alta calidad de sus programas, el proceso de escogencia de estos se ha visto enfrentado a reclamos, cuestionamientos y a supuestas dilaciones.
La votación para escoger a los nuevos directivos, que actualmente tienen diez años por encargo, estaba pactada para que se llevara a cabo el pasado viernes 23 de marzo, sin embargo, el proceso se retrasará al menos un mes más debido a una recusación interpuesta por Leonardo Reales, uno de los aspirantes a decanos, quien pidió que el proceso pasara a revisión de la Procuraduría General de la Nación.
El rector de la Uniatlántico, Carlos Prasca, explicó que durante la sesión del pasado viernes, la mayoría de los consejeros decidieron remitir la recusación al ente de control, a excepción de Roberto Figueroa, representante de los docentes y Jonathan Camargo, representante de los estudiantes. Ambos abandonaron la sesión una vez se tomó la decisión.
Detalló que el Consejo Superior se podría volver a citar cuando el ente de control tome la decisión de la procedencia o improcedencia de la recusación, trámite que tardaría alrededor de 20 días hábiles.
'Uno lamenta que no podamos tomar decisiones que son necesarias para el avance en el cumplimiento de las observaciones que hizo en le Consejo Nacional de Acreditación, entre las que se encuentra que se adopten estrategias para que las máximas directivas estén en propiedad', señaló Prasca Muñoz.