El mal estado en que se encuentra la malla vial del puente vehicular de la Murillo sobre la Circunvalar tiene preocupados a los habitantes y conductores de esta zona que une a Barranquilla con Soledad por las consecuencias que la situación genera en el tránsito.
Son ocho huecos en el asfalto de la estructura, distribuidas en dos huecos sobre el territorio barranquillero, dos en territorio soledeño y uno en cada una de las cuatro ‘orejas’ que conectan la prolongación de la calle 45 y la Circunvalar.
De acuerdo con los transeúntes del sector, la problemática tiene más de cinco años y sin pista de solución alguna por parte de las autoridades gubernamentales responsables de esta infraestructura vial.
'Nadie tapa esos huecos, que desde hace rato están ahí. Eso ha ocasionado muchos accidentes, yo una vez fui a esquivar con la moto un hueco y un carro detrás de mí casi que me arrolla', manifestó Jaime Burgos, quien conduce frecuentemente por esta zona.
Precisamente por evitar los accidentes y los daños a los vehículos, los choferes se ven obligados a disminuir la velocidad en sus viajes, lo que ocasiona los trancones en horas pico, entre 6:00 a.m. y 7:00 a.m. y entre las 5:30 de la tarde y las 8:00 de la noche.
Los que sacan ventaja. Desde las primeras horas de la jornada hasta el atardecer, un grupo de jóvenes venezolanos se ubican en el sentido Soledad-Barranquilla para rellenar el asfalto desgastado con piedras y arenilla.