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Mientras la Organización de Naciones Unidas (ONU) alerta sobre los efectos negativos del plástico sobre el medio ambiente y hace un llamado para reducir el uso de este elemento, el consumo en Colombia ha crecido en los últimos años.

El próximo martes se celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente justamente en medio de la preocupación que existe por el manejo inadecuado del plástico y sus derivados y las cifras que advierten de una creciente industria que actualmente produce 1,2 millones de toneladas al año.

De acuerdo con Daniel Mitchell, presidente ejecutivo de Acoplásticos, este aumento en Colombia está relacionado con el nivel de ingresos. 'Si compramos más champús, lácteos, carros, celular, computador todo tiene plástico. El crecimiento es positivo en la medida que las personas tienen más ingresos', explicó.

En el periodo 2012-2014, el consumo per capita anual de materias plásticas en el país era de 26,3 kilogramos por habitante. Según el último estudio (2016-2017) es de 28 kilogramos.

En Brasil, el consumo es de 36 kilogramos por habitante, Argentina 40, Chile 45, la Unión Europea 140 y Estados Unidos 150 kilogramos.

Mitchell dice que si comparamos con países de ingresos similares, como Chile, Brasil, Argentina, Colombia está por debajo de ese promedio.

Los empaques y envases constituyen el mayor mercado y a él se destina alrededor del 55% del tonelaje procesado. La construcción y la infraestructura física ocupan el segundo lugar con el 21%; el consumo personal, de los hogares e institucional, participa con el 7%; los semiproductos y manufacturas para el sector agrícola representan un 8%. El resto va a un conjunto variado de artículos, incluidas las partes industriales.

Ante el llamado de la ONU, Mitchell asegura que siempre han promovido el uso racional, la reutilización y el reciclaje, teniendo en cuenta que el plástico está en una cantidad de aplicaciones y lugares que son indispensables para la vida.

El dirigente gremial considera que generalizar sobre el plástico y poner en duda su aplicabilidad, su uso en el mundo resulta de alguna manera incoherente, porque el plástico está en la salud: en las jeringas, catéteres, bolsas de sangre, en las tuberías, en invernaderos para proteger los cultivos, en los equipos de protección para los bomberos, entre otros.

Destaca que cuando la ONU empieza a preocuparse o hablar de las principales inquietudes ambientales del plástico se reduce básicamente a los empaques y envases, y allí buscan aumentar las tasas de reciclaje.

Dice que si hay una adecuada separación de residuos se evita que estos contaminen que es la preocupación de la ONU.

'Estamos de acuerdo con que los plásticos no deben contaminar, no deben terminar en los lugares equivocados (mar, ríos, manglares) para que esto ocurra necesitamos que los consumidores sean muy conscientes de su responsabilidad de disponer y separar adecuadamente sus residuos', afirma.