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En la desembocadura de la carrera 18 con la prolongación de la Murillo, en Soledad, llega conduciendo Harold Jaraba su motocicleta con un acompañante. Se detiene y espera que el flujo vehicular que viene de Barranquilla disminuya para continuar su recorrido, a pesar de que el semáforo sobre la entrada al barrio Las Moras está en rojo.

'Fui imprudente, fue una maniobra peligrosa, pero voy tarde a un compromiso', reconoció tras ser abordado por EL HERALDO luego de cometer el hecho que generó la molestia de los conductores que tenían el paso habilitado.

Como él, durante una hora otros 44 conductores de motos, carros y buses cruzaron el semáforo en rojo, invadieron el carril exclusivo de Transmetro, ignoraron la escuadra, hicieron giros en ‘U’ indebidos y cruces a la izquierda arriesgados en la Murillo, entre Las Moras y Villa Estadio con cercanía a la entrada de la Terminal de Transportes. Este tramo comprende un kilómetro de vía.

La situación, según se pudo constatar en un recorrido en el sector entre las 11:00 a.m. y las 12:00 m, se complica en la carrera 16 con la calle 63 (Murillo), debido al alto tráfico vehicular durante el mediodía, cuando las rutas escolares se suman al tránsito en estas calles, lo que provoca embotellamientos y el paso de peatones entre los automóviles, un ambiente de caos, según manifiestan los vecinos soledeños. 

'Son unos irrespetuosos porque hay reglas que hay que cumplir. Si el semáforo está en rojo, deben parar, ya que el peatón también tiene que pasar. Los motociclistas son más imprudentes sobre todo en las horas pico', sostiene Rosa Ojito.

Mientras que en la carrera 14D sobre la misma prolongación, el panorama no desentona con el anterior. En este sector, los conductores utilizan un espacio público para el paso de los automotores, poniendo en riesgo a los transeúntes y a los choferes que transitan como es debido.