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En la Fundación Universitaria San Martín, las huelgas, los bloqueos de vía y la incertidumbre por la formación de los estudiantes matriculados en esta institución ya es cosa del pasado, según reportó su directora regional, Carolina Ramírez.

Unos manejos inadecuados de los recursos de la Fundación desde 2014 por parte de la administración de ese entonces provocaron la intervención del Ministerio de Educación Nacional (MEN) y la suspensión de las clases, afectando a unos 250 estudiantes con los que cuenta la sede en Barranquilla y 3 mil a nivel nacional.

Para superar la crisis, el alma mater trazó un plan de mejoramiento con 17 puntos, exigido por la autoridad, que va desde la fijación de un proyecto educativo institucional hasta la estructuración académico - administrativa, con un plazo de dos años, el cual se cumplió en 2016.

Asimismo, se designó en 2015 por parte del MEN un inspector in situ, el cual permanece en la San Martín, con la intención de retomar el control en las finanzas, en la administración y en el cronograma académico. 'Nosotros nunca cerramos, seguimos funcionando y ahora estamos en la re-evolución, que se ha convertido en nuestro lema', manifestó Ramírez.

Finalmente, la funcionaria aseveró que lo que aún le queda pendiente a la Universidad es mejorar la parte financiera, la cual 'va a tardar unos años, debido a que son remanentes que vienen de la administración pasada', concluyó.