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'Puedes ver personas caminando, pero no comprando'. Así describe Fernando Angulo el panorama de los últimos meses de algunas zonas de la calle 72, uno de los sectores comerciales más tradicionales de Barranquilla. 

Angulo cuenta que justamente está melancólico por el cierre del local comercial ‘La Sirena’, luego de estar funcionando por 25 años en la calle 72 con carrera 38B.

Las razones de la desaparición de este punto, dedicado a la venta de zapatos, no es más que las bajas ventas en los últimos meses.

'Pasamos de vender $2 millones a menos de $700 mil al mes. Son pocas las personas que vienen y, con mucho dolor, el dueño tomó la decisión de cerrar para no tener más pérdidas', dijo Angulo, quien laboró en este establecimiento desde que fue inaugurado.

El trabajador, de 54 años, señaló que las causas del cierre de algunos establecimientos comerciales en la calle 72 se deben a los aumentos de los impuestos en los últimos años, la informalidad y al auge de los centros comerciales. 

'El 19% del IVA nos está asfixiando y las personas quieren comprar ahora todo en un solo lugar', anotó.

Así como este lugar, hay otros 15 locales que han cerrado a lo largo de la calle 72 y otros tres en la 76, por las pocas ventas, según un recorrido realizado el viernes por EL HERALDO.

La calle 72, que comenzó a ser productiva desde 1968, está prácticamente dividida comercialmente en tres partes: desde la carrera 38 hasta la carrera 41B, de la carrera 43 hasta la carrera 60 y de la carrera 61 hasta la carrera 71.

En el primer tramo, anteriormente los locales eran zapatería y electrónica. Actualmente solo medio sobreviven estos últimos y se han asentado en los últimos ocho años varias papelerías o misceláneas por la cercanía con instituciones educativas y por la que llaman ‘la salvación’, que es la Notaría 12, ubicada a la altura de la carrera 38B.

'Nos va bien porque muchas personas a veces necesitan realizar trámites o impresiones y se acercan a esta miscelánea o cualquiera de las otras. Desafortunadamente muchos de los anteriores locales han tenido que cerrar porque no venden como antes', señaló Martín Lara, propietario de Copy Net.