El derrame de aceite en el río Magdalena, producto del hundimiento de una draga en el kilómetro 23, puso en evidencia la vulnerabilidad en la que se encuentra Barranquilla ante este tipo de problemas, de acuerdo con el Observatorio del Río Magdalena de Uninorte.
Aymer Maturana, profesor del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, e integrante del Observatorio, señaló que 'en todos estos eventos el servicio de acueducto se corta por un periodo determinado, pero la ciudad no cuenta con un plan b que la lleve a utilizar fuentes alternas de captación de agua, o sistemas de almacenamiento que ayuden a suplir la emergencia'.
Aunque el Río es la única fuente de captación para el suministro de agua en la ciudad y su área metropolitana, el reto de las instituciones están en la prevención de estas situaciones, especialmente en las empresas dedicadas a actividades industriales y comerciales que emplean y transportan productos y/o sustancias dañinas para el ecosistema del río.
'La ciudad está en mora de prestarle la adecuada a atención al tema, de convocar a las instituciones o personas que, como el Observatorio del Río Magdalena, tienen tal vez la capacidad de ayudar a visualizar cuáles serían las mejores acciones tendientes a reducir esa vulnerabilidad', sentenció el experto.
Para Augusto Sisa Camargo, también profesor del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental e integrante del Observatorio, 'una de las opciones sería tener una captación de agua de mar y desalinizarla, pero eso dispararía la tarifa, porque en el mejor de los casos estaría en 1,5 dólares por metro cúbico, tres veces el costo con agua potable. Lo otro es que nosotros tenemos un déficit de tanques de almacenamiento muy grave, cuyas construcciones son prioridad en el POT'.
Los investigadores concluyen que no solo se trata de aterrizar en un plan de control, prevención y contingencia, sino en robustecer las prácticas en cuanto al control en la navegación fluvial, el transporte de sustancias contaminantes y reducir la vulnerabilidad del sistema de abastecimiento con bocatomas o fuentes alternas o incluso sistemas de tratamiento alternos.
Y advierten que si un derrame, como el ocurrido el sábado, se presenta a la altura de Suan o Calamar podría afectar casi todas los sistemas de captaciones del departamento del Atlántico.