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Una feligrés llega hasta la figura del San Antonio de Padua que está en la iglesia de la plaza de Soledad. La ve detenidamente de arriba a abajo, la rodea y agarra la mano del santo. '¡Qué te hicieron toñito!', exclama mientras se lleva las manos a los ojos como intentando contener las lágrimas.

La mujer parece estar asombrada con los resultados de la 'restauración' a la que fue sometido el santo. 'Tiene rasgos afeminados, está irreconocible. Yo quiero que le devuelvan su apariencia', sentencia la devota y pide que el responsable del 'artífice del destrozo' debe aparecer y responder por lo que hizo.

La impresión de la feligrés no parece ser ajena a la de la mayoría de los soledeños, pues al saber de las consecuencias de la intervención del santo muchos se trasladaron hasta el templo, en la mañana de ayer, para cerciorarse 'de todo el rebulicio' que a través de las redes sociales y medios de comunicación había causado 'el nuevo look' de San Antonio, patrono del municipio.

Y es que la imagen, a juzgar por unas fotografías tomadas meses antes de su restauración y que están expuestas al lado de la figura, anteriormente tenía un aspecto masculino que fue cambiado con abundante maquillaje en el rostro y con facciones delgadas. Hay quienes critican que los colores en los labios, las cejas y los ojos del santo 'son muy fuertes'.

La intrigante intervención artística a la imagen de 205 años de antigüedad, fue hecha por un hombre, del que solo se sabe que vive en Simón Bolívar, en el sur de Barranquilla.

Un funeral

Al mediodía de ayer, en la iglesia se oían los susurros de varios asistentes que acompañaban un funeral, que eran interrumpidos constantemente por los sonidos de las cámaras de los celulares que apuntaban hacia 'el santo maquillado'. 'Todo el mundo hoy está hablando de San Antonio', dijo una señora a una compañera mientras se persignaba. 'Esto ya es el fin del mundo', sentenció.

No fue una restauración

Juan Camilo Duque, estudiante de artes plásticas con conocimiento en restauración, fue una de las personas que denunció la situación con la imagen. A su criterio, fue algo que debió consultarse con la comunidad y darle aviso a las entidades encargadas de este tema.

'La imagen requería de técnicas originales que le permitieran su conservación, como son las basadas en policromada al óleo. Hasta donde sé en la Costa Caribe no hay personas que se dediquen a esta labor', explica el experto.

La imagen elaborada en madera había sufrido ataques de comején, por lo que sí requería una intervención, no sin antes 'ser analizada' con rayos x para determinar la magnitud del daño en la figura.

'Dudo que se hayan cumplido estas especificaciones para la restauración. Dicen que el costo de este trabajo es de un millón de pesos. De ser así, allí están los resultados', sentenció Duque.

Una reunión

El secretario de Cultura de Soledad, Jair Niebles, señaló que lo ocurrido con la figura no es propiamente responsabilidad de su dependencia, debido a que las imágenes religiosas están 'en custodia' de los párrocos de cada iglesia, sin embargo expresó que su deber es cuidar el interés patrimonial.

'Nosotros desde la Secretaria propiamente no tenemos la responsabilidad directa en cuanto al santo, pero buscaremos y apoyaremos en la resolución de esta situación', aseguró Niebles.

Las palabras fueron ofrecidas durante una reunión con miembros de la cofradía del Santo Patrono, quienes solicitaron a la Secretaria de Cultura 'una ruta', para poder 'devolverle' la cara a San Antonio.

EL HERALDO se trasladó hasta la Casa Cural de Soledad a hablar con el párroco de la iglesia Humberto Brun, pero en la recepción informaron que 'el padre se encontraba en reuniones'.
Patricia Rosales, feligrés y asistente a la reunión, calificó el resultado de la imagen del Santo 'como una falta de respeto'.

'Le desfiguraron el rostro a la imagen y eso hizo que las burlas no pararan en las redes. Esto se debe detener', solicitó Rosales.

Una visión distinta tiene la feligrés Olga Pacheco, pues sostiene que 'la remozada' del Santo ayudará para que 'esté más alegre y haga milagros más rápido'.

'San Antonio debe estar feliz con su nueva apariencia. Ya verán que no habrá más solteros en Soledad', manifestó Pacheco.

La restauración del Ecce Homo de Borja

En 2012 la restauración de la figura de un Ecce homo en la localidad zaragozana de Borja, España, se convirtió en una polémica mundial.

Cecilia Giménez Zueco, de 80 años, una pintora aficionada, como había hecho otras veces, emprendió la restauración, que resultó ser 'defectuosa', del fresco pintado por Elías García Martínez sobre un pilar del templo en los años veinte del siglo pasado.

Giménez argumentó que durante el proceso de intervención perdió el control de la situación con el rostro de Cristo. Expertos en artes señalaron que la obra se transformó en un 'esbozo de un mono muy peludo vestido con una túnica de una talla inadecuada'.

Sin embargo, el fenómeno del Ecce Homo continúa seis años después y está a punto de alcanzar la cifra redonda de 200.000 visitantes desde que se tiene control tras cobrar una entrada, ahora a dos euros.