En un día ordinario, cuando el minutero marca las 12:30 de la tarde, el paisaje La Playa lo dibujan los vecinos almorzando en las terrazas frescas, gracias a los frondosos árboles frutales que minimizan el impacto del sol de mediodía. Ellos lo describen Como un barrio tranquilo, unido, con privilegios, pero también con problemas de inseguridad y alcantarillas rebosadas en sus calles
La olla de gran dimensión a fuego lento en un fogón de leña montado simplemente sobre la arena, los jóvenes de la jornada diurna regresando del colegio y otros que apenas van hacia el instituto respectivo complementan el vecindario, ubicado en la localidad Riomar, poblado entre la Ciénaga de Mallorquín, Puerto Colombia y el norte de Barranquilla.
Entre tanto, otros jóvenes también se desplazan por el andén de la carrera 10 con calle 10 provenientes de un callejón que conecta con la ciénaga de Mallorquin. A diferencia de los anteriores, no vienen con una mochila pesada de cuadernos, o vestidos con un uniforme escolar. Traen una atarraya recogida en sus hombros y un recipiente de plástico en el que cargan demás herramientas propias de su faena.