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La entrada de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) a la empresa Triple A, en condición de secuestre de las acciones de Inassa, deja varios interrogantes frente al futuro de la prestación del servicio de acueducto alcantarillado y aseo en Barranquilla y los 14 municipios del Atlántico donde opera. Una de las inquietudes está enfocada en la continuidad de las inversiones que proyectaba realizar la empresa a mediano y largo plazo.

Antonio Ruiz presidente de Inassa, filial de la estatal española Canal de Isabel II, dijo que se habían previsto proyectos de inversión que superan el billón de pesos, para los cuales se recurriría a créditos con bancos nacionales e internacionales con el aval de la casa matriz en España.

Según explicó el ejecutivo en una carta enviada a la Superintendencia de Servicios Públicos, se proyectaban inversiones por más de $120 mil millones en tres años para la reducción de pérdidas; por $700 mil millones en 10 años para mejorar la infraestructura existente y garantizar continuidad de los servicios y por $1 billón para ampliación de sistemas frente a los nuevos desarrollos de la ciudad, entre otros.

'El aval de Canal de Isabel II, aseguraba los créditos', había señalado el alto ejecutivo tras manifestar su 'profunda preocupación' por la afectación que se puede presentar en el servicio que Triple A prestaba con la gestión de Inassa.

Indicó que una de las tareas que queda pendiente, tras la toma de posesión, es continuar la redacción del plan de inversiones a 20 años que se estaba comenzando a diseñar para garantizar la sostenibilidad del servicio ante el aumento de la demanda por el crecimiento de la ciudad.

La SAE asumió el manejo en calidad de secuestre, desde el pasado martes 16 de octubre, del 82% de las acciones de Triple A que son de Inassa. La Fiscalía General de la Nación ordenó el embargo y secuestro, con fines de extinción de dominio, en un proceso que adelanta por corrupción.