Desconcertados. Así se encuentra un grupo de padres de familia de la Institución Educativa Distrital La Esmeralda, ubicada en el suroccidente de Barranquilla, debido a los 'reiterativos incumplimientos' a la promesa de construir un megacolegio en el sector.
Los acudientes aseguraron que el compromiso fue contraído hace cuatro años por las autoridades distritales, luego de varias protestas que realizaron por el deplorable estado en que se encuentran las dos sedes del colegio.
Sin embargo, hasta el momento son pocas las gestiones que se han realizado para darle inicio a este proyecto, que beneficiará a 1.200 estudiantes.
'La sede 1 no se encuentra en las mejores condiciones. Solo hasta hace poco pusieron los aires, antes estaban dando clases en medio del calor, lo que hacía más difícil su proceso de aprendizaje', sostuvo Carmen Villalba, acudiente de sus cuatro nietos.
A su turno, Noé Nicolás Navarro –padre de una menor que cursó noveno grado– comentó que la Alcaldía les confirmó que cuentan con los recursos para este proyecto, pero que se ha atrasado por 'problemas con los predios'.
'Dijeron, incluso, que iban a hacer un parque. Para nosotros, el megacolegio es una obra primordial, pero hasta el momento no han hecho nada', agregó.
Por su parte, los docentes del centro educativo expusieron su desacuerdo con las malas condiciones del colegio, puesto que no les permite el 'normal desarrollo de sus labores'.
Problemática de la sede 2
Audela Esperanza Padilla, líder del sector, aseguró que la peor parte la viven los estudiantes de la sede 2, que fueron ubicados a comienzos de año en una casa que 'no cumple las condiciones para ser un centro educativo'.
La mujer recordó que el plantel funcionó por más de 10 años en la calle 72B con carrera 15, pero fue sellado hace dos años por la Oficina de Prevención y Atención de Desastres por el riesgo de un derrumbe, debido al mal estado de la estructura.
Por eso, los estudiantes fueron desplazados a comienzos de 2016 hasta otro lugar, a pocas cuadras, el cual pertenece a una fundación religiosa.
Sin embargo, a comienzos del presente año tuvieron que mudarse otra vez y llegaron hasta un plantel 'mucho más pequeño, en el cual se vive un hacinamiento de estudiantes'.
Rosaura Jiménez, madre de uno de los niños que recibe clases en esta sede, explicó que fue ubicada muy lejos de su hogar, lo que se ha convertido en un problema para ella y su familia.
'Nos toca pagar hasta tres mil pesos diarios para que el niño pueda movilizarse hasta el colegio, sin contar que se encuentra ubicado en un sector por el que pasan muchos buses y están expuestos a un peligro', aseguró.
Adecuaciones
Tras ser consultada por la situación, la Secretaría de Educación del Distrito de Barranquilla aseguró que en las dos sedes de la Institución Educativa Distrital La Esmeralda se han realizado adecuaciones de aulas, cielo raso y suministro de aires acondicionados, además de la construcción de baterías sanitarias y espacios de oficinas para garantizar el desarrollo de las clases.
Por otro lado, la dependencia se abstuvo de emitir su posición con relación al proceso de construcción del megacolegio en el barrio La Esmeralda.