Por Salomón Asmar Soto
Twitter: @heybarro
A pocos minutos de la medianoche, el eco de la celebración de fin de año se transforma en un menjurje de júbilo, música y alegría. El retumbe de la tambora o del acordeón inunda cada rincón de Barranquilla cuando, entre abrazos, agüeros y sonrisas, las sirenas anuncian los últimos retazos del 31 de diciembre.
En los hogares, barrios, fiestas y cantinas, la ciudad espera enrumbada el final de otro año al compás de grandes éxitos de la historia musical. Frente al micrófono, sentados en una fría cabina de radio, tres legendarias voces barranquilleras mueven los hilos de la rumba.
La fuerte brisa decembrina lleva años arrastrando la emoción de las grandes voces de Andy Pérez, Raimundo Barrios y Cristian Zúñiga. Desde sus cuarteles generales en Olímpica Stereo, Madrigal Stereo y Barranquilla Estéreo, estos capitanes del folclor han liderado las fiestas de fin de año de muchas generaciones de barranquilleros.
Estos elocuentes y carismáticos líderes de masas coordinan omnipresentes la celebración de otro año que se despide. Bañados en la gloria que solo la experiencia les ha regalado, acompañan a Barranquilla desde los parlantes que amplifican el entusiasmo y prenden la rumba en cada uno de sus cuatro puntos cardinales.
'Nos encanta ver a la gente feliz y ponerle la música que le gusta. Buscamos que las canciones sean para todas las edades, pero manteniendo el tema de la tradición', contó Raimundo Barrios, director de Madrigal Stereo de Soledad.
Diciembre tras diciembre, las voces de estos grandes locutores se acomodan como hermanos cuando la familia se abraza a pocos segundos del final de otro año.
Entre los brindis y las promesas para los próximos meses se camuflan con sus conteos, dedicatorias y frases célebres. Sus voces, encargadas de cerrar una etapa y darle inicio a otra, viven cada una de las fiestas familiares sin necesidad de una invitación.
Ya se asoma un nuevo año y con él las canciones que siempre suenan se preparan para despedirlo. Detrás de cada paso de baile y cada lágrima de nostalgia hay un locutor que programó; un héroe fiestero siempre listo para no dejar que su audiencia decaiga, o que regrese a su asiento.
'Aunque nos toque sacrificar esa grata compañía de la familia, esta es una pasión que tenemos y disfrutamos. En diciembre la gente goza reunida y nosotros estamos en la emisora trabajando. Lo hacemos con mucho entusiasmo para transmitirle alegría a los oyentes', aseguró Cristian Zúñiga, locutor y director de Barranquilla Stereo.
Para nada silenciosos, estos héroes del micrófono se acostumbraron a vivir la celebración detrás del telón. Su magia para la improvisación y la recursividad de sus ocurrencias llevarán de la mano a Barranquilla cuando su gente se prepare para darle la bienvenida al 2019.
'Faltan cinco pa’ las 12' y el show de estos locutores debe continuar. Mientras los últimos crédulos alistan sus maletas para recorrer la calle y el año viejo se prepara para explotar, estos líderes del circo se aferran a los momentos restantes de un espectáculo en el que son protagonistas.
'Cada fin de año es una experiencia que uno vive con mucha emoción. A mí me ha tocado como locutor y director de Olímpica Stereo. El 31 somos una sola familia dedicada a servir a la audiencia y a entregar alegría', afirmó Andy Pérez, quien le ha dedicado una vida entera a la radio, no solo en Barranquilla, sino al país.
Para ellos, programar música es un arte; un oficio que requiere tiempo y entrega.
Escoger las canciones que acompañarán a los barranquilleros en fin de año es una tarea que toma horas y que, a pesar de lo que se cree, toma tiempo y toda la memoria posible.
'A pesar de poder hacerlo digital, prefiero sentarme horas a llenar manualmente las listas de reproducción. Hay un placer y una emoción en programar tantos grandes éxitos para fin de año. Quiero que la gente no se siente en sus sillas', expresó Pérez.
Año nuevo, vida nueva, y estos locutores seguirán animando. Hay algo mágico en sus palabras, como si toda Barranquilla fuera su gran y diversa familia.