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El extenuante tráfico, el ruido de las amplificaciones en locales comerciales, los vendedores ambulantes, las encuestas de mercadeo, las campañas de donación de sangre, entre otros, hacen parte del 'caos' en que se ha convertido la calle 53 entre carreras 45 y 50.

Así lo expresaron los transeúntes habituales de esta zona y lo confirmaron habitantes de este sector.

'Es bastante molesto que mientras uno camina te interrumpen dos y hasta tres vendedores o encuestadores, y para colmo el ruido ocasionado por los pitos de los carros', dice Kevin Rovira, un estudiante universitario.

Vendedores ambulantes y estacionarios se visualizan a lo largo de toda la carrera 53, impidiendo el tránsito normal por este corredor.

A esta situación se le suma el estacionamiento de taxis que perturban el paso hacia el otro lado de la calle, y los buses que recogen y dejan pasajeros en cualquier parte de la avenida.

'Lo que ocurre en la 53 viene sucediendo hace mucho tiempo y no se han tomado medidas para corregirlo y erradicarlo', manifestó Joaquín Pertúz, abogado.

La situación de invasión en el espacio público se ha trasladado hacia ambas aceras, haciendo más difícil el escenario en este punto de la ciudad.

'Los locales comerciales ahora sacan amplificadores y tienen animadores que a todo pulmón vociferan las promociones de sus almacenes, ocasionando contaminación auditiva', dijo Farid Khalil, estudiante de Ingeniería Ambiental.

Según los peatones, los entes encargados no están ejerciendo ningún tipo de control para evitar que la situación se siga propagando por todo el sector.

'El tema es fastidioso y además es competencia de la Alcaldía tomar las medidas oportunas', indicó Carlos Meza, comerciante.

EL HERALDO recorrió la zona en tres horas diferentes del día y el ambiente luce igual, lo único que cambia son los tipos de vendedores. Las ventas más usuales son: minutos, dulces, rosas, accesorios, helados, agua, butifarras, queso, comidas rápidas, entre otros.

La reducción de los andenes por cuenta del parqueo de motocicletas y muñecos inflables de publicidad, se suman a la problemática del sector comercial que en temporada de Carnaval se vuelve 'intransitable', debido a los eventos que se realizan en la Plaza de la Paz.

'La cosa va a empeorar cuando empiecen los vendedores de sombreros, espuma y artículos carnavaleros', indicó Andrea Piñeres, vecina de este sector.

La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público indicó que en este punto hay vigías que ejercen control sobre la ocupación de comerciantes en las aceras.

Por otro lado y sobre la queja de la contaminación auditiva, Barranquilla Verde señaló que según el Plan de Ordenamiento Territorial esta zona esta demarcada como comercial, por lo tanto el sonido permitidos en horario diurno no debe superar los 70 decibeles y en horario nocturno los 60.