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Cuando el timbre anuncia el inicio de clases en los colegios de Las Nieves, Simón Bolívar y otros barrios del sur de Barranquilla, son miles los niños que ingresan a las instituciones educativas.

Minutos antes, muchos de ellos se transportaban por las calles angostas de sus localidades. Con su uniforme recién planchado y el morral colgado de la espalda se movilizan en las bicitaxis que se han convertido en sus rutas escolares.

El reloj marca las 6:30 de la mañana y tres niños entre los 7 y los 10 años se acomodan en el asiento estrecho de una de las decenas de bicitaxis que transportan menores hacia sus clases. Las puertas de los colegios Calixto Álvarez, Helena de Chauvin, Jorge Isaacs y el bachillerato Simón Bolívar son una plataforma de estudiantes y padres de familia que, desde hace años, se transportan en estos vehículos.

Los conductores, como si de una terminal de transportes se tratase, dejan y recogen pasajeros, muchos de ellos niños que son enviados desde temprano en la mañana a su jornada escolar.

Las rutas no son más que bicicletas con asientos acolchados sobre tablas de madera. El reflejo caluroso del sol descansa sobre las carpas rojas, azules y blancas que protegen a los intrépidos pasajeros día a día al movilizarse por la zona.

Alex Acosta, uno de los conductores, se toma un descanso después de un trayecto en el que transportó a tres niños. Recostado sobre los cachos de su bicicleta conversa con otros de sus colegas a las afueras del colegio Calixto Álvarez de Las Nieves. Como él, son varios los bicitaxistas que asumieron la responsabilidad desde el pasado lunes 21 de enero, cuando inició el nuevo año escolar.

'A la gente no le gusta caminar. Los padres me pagan semanal o quincenalmente para que yo le transporte a sus hijos', contó.

Por el calor y las distancias son bastantes los padres que encomiendan sus pequeños a los bicitaxistas. Muchos, niños desde los 7 años hasta los 11 años, viajan sin la compañía de sus acudientes. 'Empecé el lunes y transporto cuatro niños en la mañana y dos en la tarde, cuando salen de clases', explicó el conductor.

'Las tarifas van desde los mil hasta los dos mil pesos, según la distancia. Hay niños que recojo muy cerca del colegio y les cobro la mínima (1.000 pesos) en ambos trayectos todos los días', explicó Fredy Fajardo, uno de los transportadores del colegio Jorge Isaacs.

'Uno como conductor también busca la comodidad, entonces transporto unos en la mañana y otros en la tarde, para completar los viajes', dijo.

La seguridad de los menores es quizás el tema más complicado. Los padres de familia dejan a los niños en las manos de los conductores, que los recogen y los dejan en sus colegios a la hora acordada. 'Yo sé que no es el transporte más seguro, pero es el que todos los padres del barrio usan', contó Amanda de la Hoz, una estilista madre de una niña de 9 años.

Sobre estos casos, la Secretaría de Tránsito aseguró que este servicio no está autorizado por el Distrito, que a través de la Policía de Tránsito viene realizando operativos de control y solicitándoles a los usuarios que no utilicen este medio de transporte.

La oficina insiste en que es un medio de transporte ilegal e inseguro.

Al volante, los bicitaxistas deben sortear con todo tipo de vehículos que transitan por las calles angostas del sur de Barranquilla. Motos, carros y buses pululan por las rutas de estos conductores hacia los colegios. Es por eso que muchos de ellos parten con anterioridad para no tener ningún afán a la hora de transportar a los menores, según cuentan.

'La idea es ganarse la confianza de los padres porque esto es una responsabilidad muy grande. En esto, como en cualquier medio de transporte, uno tiene que saber muy bien lo que lleva, que en este caso son niños', expresó Jair Olmos, quien aseguró haber transportado niños por varios años.

Por otro lado, la economía es otro de los factores clave que motivan esta práctica, según afirman algunos padres. Para ellos, pagar un transporte en automóvil o Van les resulta muy costoso por lo que recurren a las bicitaxis para el transporte de sus hijos. 'Yo pago 6.000 pesos al día por el transporte de mis tres hijos', contó Marilin Herrera. Según explicó, enviar a sus hijos por este medio es la 'única opción que tiene'.

Otras madres de familia, como Alba Charris, acompañan a sus hijos en los trayectos. 'Yo no me atrevo a que mis hijos vengan solos', aseguró, luego de haber dejado a su hijo de nueve años en la puerta del colegio Jorge Isaacs. 'No me parece que los padres envíen solos a sus hijos con tanta inseguridad. Los padres tienen que acompañarlos', advirtió.