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En una mesa de socialización entre la comunidad y autoridades se debatió el trazado de la construcción de la segunda etapa de la Circunvalar de la Prosperidad.

La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) planteó entre las propuestas entregadas a la comunidad comprar un terreno colindante para construir el nuevo templo y garantizar más espacio, con zonas verdes y parqueadero.

En la reunión que tuvo lugar en la iglesia San Francisco Javier se dieron cita el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano; el alcalde de Puerto Colombia, Steimer Mantilla; el vicepresidente de la ANI, Luis Eduardo Gutiérrez; el gerente de Concesión Costera, Miguel Ángel Acosta; el arzobispo, monseñor Pablo Emilio Salas; el párroco de la iglesia, Diógenes Marrero, la comunidad y la veeduría de Villa Campestre.

Además del diseño de la iglesia, se propuso un plan de mitigación de polución, ruido y soluciones a la movilidad en el sector.

El área del nuevo terreno propuesto para el templo tendría 1.800 metros cuadrados, 200 metros más que el actual, según explicó el vicepresidente de la ANI.

'La propuesta de avalúo que hicimos del lote actual es de $3.700 millones, con ese dinero compraríamos el lote colindante y haríamos la construcción de la iglesia, que serían alrededor de $2.400 millones y la diferencia se le entregaría al representante legal de la iglesia'.

Por petición de monseñor Salas, esta propuesta deberá ser formalizada por la ANI para ser puesta a consideración.

Para mitigar la contaminación producto de la polución y el ruido ocasionado durante el proceso de construcción, se propuso un cerramiento doble con base metálica, polisombra y barreras de sonidos en zonas de conjuntos residenciales.

'Tiene que haber solución al ruido, durante la construcción, pero sobre todo en la etapa de operación, teniendo en cuenta los vehículos de gran tamaño que transitarán por la vía', señaló el gobernador Verano.

Igualmente, el gobernador planteó a la ANI que se reabra la posibilidad de crear unos box o cajas que faciliten la movilidad a estas familias.

Los retornos cada 3 kilómetros para pasos vehiculares y peatonales son la gran preocupación de los habitantes de este sector.

'Es una vía que nos va a dejar aislados dentro de nuestra comunidad. Insistimos en que no se están teniendo en cuenta las consideraciones de esta comunidad, porque la obra no responde a las necesidades de nuestras familias', dijo en su intervención Lorena Barros, abogada y residente de Villa Campestre.

Para llevar a cabo la obra de esta vía de altas especificaciones, los residentes insisten en que se deben tomar las medidas necesarias para que se eliminen todas las posibilidades de riesgo.

'El trazado que nos presentan no cumple con lo requerido en la ley, ya que cuando se hacen nuevas vías se deben garantizar vías de servicio, es decir, además de los carriles de tráfico pesado que tendría el diseño, habría que incorporar zonas peatonales, ciclovías y transporte público', explicó Karina Díaz, ingeniera civil y residente del sector.

En un mes se volverán a reunir todos los actores implicados en esta situación para definir cómo se llevarán a cabo los puntos planteados en la reunión de ayer. La ANI y la comunidad definirán si son viables o no.