La aprobación en segundo debate en el Congreso de un proyecto de ley con el que pretenden prohibir el ingreso de celulares a instituciones educativas públicas y privadas volvió a encender el debate sobre el uso de estos aparatos electrónicos en los ambientes escolares.
Aunque estudiantes y padres de familia alegan que el celular se ha convertido en canal clave de comunicación durante y después de las actividades académicas, educadores aseguran que, aunque no prohíben su uso, sí se debe regular y destinar exclusivamente a temas relacionados con las clases.
Inclusive, muchos docentes afirman que no se puede ir en contravía de los avances tecnológicos y de lo ligado que están estas herramientas a la enseñanza, por lo que muchos de los educadores han convertido su celular, y el de sus estudiantes, en parte del aprendizaje, haciendo las clases más interactivas y didácticas.
Tras el proyecto han surgido diferentes debates sobre qué tan conveniente es que los estudiantes, sobre todo de grados inferiores, lleven estos aparatos tecnológicos a las aulas, si los docentes deben hacerlos parte de sus clases o si se debe prohibir definitivamente en todas las instituciones.
En ese sentido,EL HERALDO consultó a estudiantes, rectores, sindicato de docentes y padres de familia sobre el proyecto de ley que cursa en el Congreso para conocer su opinión sobre el articulado.
Padres lo permiten. Angélica Greco, una estudiante de sexto grado de la Escuela Normal Superior La Hacienda, se encontraba en la portería a la espera de que su acudiente viniera por ella. Minutos antes, con su propio celular, había llamado a su mamá por un fuerte dolor estomacal.
La menor afirma que todos los días lleva su celular al colegio, pero que solo lo usa para casos de emergencia y para recibir las llamadas de su madre. En su móvil solo guarda los contactos de sus familiares y asegura que por nada del mundo lo saca en clases.
Su madre, Malka Vizcaíno y quien llegó al colegio poco tiempo después, señala que el celular es el único medio con el que se comunica con su hija, por lo que siempre le recuerda para que no lo olvide en casa. 'Es una buena herramienta si se sabe usar. Es decir, yo solo le tengo permitido que lo use para contestar mis llamadas para eventuales emergencias como esta de hoy', afirma la madre, quien asevera que no está de acuerdo con que desde el Congreso se esté promoviendo que no se pueda ingresar con estos aparatos tecnológicos a los centros educativos.