Son 308 vendedores los que aguardan por ser reubicados en el Centro de Barranquilla para formalizar su actividad comercial.
Y son más de dos años de espera por una solución anunciada por el Distrito de Barranquilla tras ser movidos de sus antiguos puestos de ventas en el espacio público.
En julio de 2016 iniciaron los trabajos de recuperación del espacio público en el Centro, los cuales tenían como objetivo recuperar seis tramos viales en esta zona, a partir de ahí han surgido varios plazos y la espera —según los vendedores— ha sido 'extenuante'.
En la calle 33 con carrera 42 B, varias mujeres aguardan por ser trasladadas a una de las edificaciones que se reconstruyó aledaña a la plaza San Nicolás. Se trata del centro comercial público Volpe, ubicado en la carrera 41 con calle 32, un sitio de influencia arquitectónica de estilo republicano, en donde las condiciones para 129 vendedores estacionarios 'pinta diferente'.
Elvina Navarro dice que tiene más de 40 años trabajando en el centro; desde entonces ha vendido frutas, tinto, pescado y hace ocho vende comidas. Empezó en la plaza San Nicolás, luego fue trasladada a un 'callejoncito' en donde continúa con su negocio, pese a las difíciles condiciones que tiene que enfrentar por trabajar en la calle.
En esas mismas condiciones se encuentra Tata Domínguez, otra cocinera a la que le preocupa el paso del tiempo, pero también que sus comensales pierdan de vista el negocio, cuando sea trasladada.
'Es difícil andar de un lado para otro, porque los clientes nos van perdiendo la pista', se quejó Domínguez.
Las cocineras que han dedicado parte de su vida a este negocio, manifiestan que la idea era estacionarse en este lugar 'por un corto tiempo'.
En robertico
En el caso del edificio Robertico, ubicado en la carrera 42A entre calles 30 y 31, serán ubicados 179 vendedores estacionarios que actualmente se encuentran en la carrera 42 entre el Paseo Bolívar y la calle 32.
'Lograr que muchos pasen de la informalidad a la formalidad es uno de los grandes logros que podremos alcanzar en el Centro', indicó Joaquín Cervantes, director de Asovendedores.
El dirigente de la agremiación también hace alusión a la importancia de despejar el espacio público que los vendedores han ocupado por décadas.
'Abrirle espacio a los compradores, desocupar las zonas peatonales para que la gente se interese por regresar al Centro, es otra de las razones por las que necesitamos encontrar mejores espacios en la que se integren todos los comerciantes', agregó.
Con el proyecto de peatonalización también se hizo posible la instalación de mobiliarios para ubicar a más vendedores; sin embargo, aunque hay algunas funcionando, otras como las instaladas sobre la calle 31 con carrera 42 se han ido deteriorando y han sido usadas como baños públicos.
Orlando José Navas, vendedor de plásticos, ubicado en uno de los puestos a un costado de la iglesia San Nicolás dice que lleva varios años esperando el compromiso de la Alcaldía de trasladarlos hacia un mobiliario, teniendo en cuenta que ya está por empezar la temporada de lluvias y se hace más difícil el trabajo a la intemperie.