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El sonido de la sirena de la Estación Central de Bomberos 11 de Noviembre, en Barranquilla, alerta a los uniformados sobre una emergencia en la ciudad. El estruendo irrumpe las melodías de un reguetón que varios de los socorristas escuchaban en el gimnasio donde realizan su entrenamiento físico.

¡Vamos, vamos!, grita el teniente Gonzalo Charris, al tiempo que corre a preparar las dos máquinas que saldrán a atender la emergencia. En menos de un minuto nueve socorristas, con todos los implementos, están sobre los vehículos preparados para salir.

Es jueves por la tarde y los bomberos se dirigen a una emergencia relacionada con las fuertes lluvias. Un vehículo tipo van cayó dentro de la canalización del arroyo hospital, a la altura de la calle 38 con carrera 33. Los bomberos llegan al lugar y dentro del carro no había pasajeros. 'Por fortuna no hubo víctimas', dice Charris, jefe de la tercera escuadra de la estación 11 de Noviembre.

'Nosotros siempre estamos listos para atender una emergencia', afirma el teniente, al tiempo que se lleva un radiotransmisor al oído derecho para monitorear los canales de frecuencia en las otras estaciones y descartar cualquier eventualidad.

Al regresar a la estación, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, capitán Jaime Pérez Pacheco, aborda al equipo que se encuentra de regreso y les pregunta cómo les fue. Luego les da una orden: 'Nunca olviden nuestra vocación y muestra misión'.

En su oficina el capitán Pérez exhibe una placa que el Centro Comercial Buenavista le entregó por la labor realizada ante la emergencia del incendio que se presentó el pasado 12 de mayo.

'Ese día estaba de descanso en mi casa, pero cuando vi por redes la situación salí lo más rápido que pude para colaborar', dice Pérez, de 59 años.

El hombre asegura que 30 años de labor en la institución le han dado 'el olfato' para determinar cómo se debe actuar ante una emergencia.

'Cuando llegué a Buenvista II supe de una vez que era un incendio que podíamos combatir en minutos. Creo que la clave del éxito radica en la experiencia y en la operatividad y de eso tenemos de sobra acá', manifiesta el capitán.

Otra emergencia que puso a prueba la institución fue el de la noche del 20 de mayo, cuando un incendio afectó parte de la Universidad Autónoma del Caribe. Hasta allí llegaron cuatro máquinas de bomberos.

'A tiempo se atendió la situación y se impidió que las llamas se propagaran a otras zonas', cuenta el capitán Pérez.