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Los ecosistemas se constituyen de una comunidad de organismos vivos (vegetales, animales y de microorganismos) y el medio físico donde se relacionan. Pueden ser acuáticos, marinos, de agua dulce, terrestres, microbianos e híbridos (mezcla de terrestre y acuático) como humedales, pantanos o ciénagas.

El bienestar humano y la mayoría de las actividades económicas dependen de un medio ambiente sano, al proporcionarnos una serie de bienes y servicios insustituibles, conocidos como servicios ecosistémicos. Estos se definen como los beneficios directos o indirectos que los seres humanos reciben de los ecosistemas y sin los cuales no podríamos sobrevivir.

Gracias a los servicios ecosistémicos disponemos de alimentos, aire puro, agua, regulación natural de enfermedades y del clima. Así mismo, del proceso de polinización que favorece nuestros cultivos, fertilidad del suelo, y beneficios recreativos y culturales, entre otros. Todos estos beneficios son resultado del buen funcionamiento de los ecosistemas. Pero si estos son alterados, podrían traer como consecuencia una disminución de los servicios ecosistémicos.

Tipos y beneficios

Según indica el biólogo Walter Barbosa Ortega, docente del programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad de la Costa, los servicios ecosistémicos se clasifican en cuatro grupos, dentro de los cuales se ubican todos los beneficios que nos ofrecen los ecosistemas.

El primero de ellos es el servicio de Abastecimiento, que nos provee de bienes materiales como alimentos, materias primas, agua y sustancias medicinales, entre otros. En segundo lugar está el servicio de Regulación, que nos ofrece la purificación del aire, fertilidad de los suelos, control de plagas, inundaciones, enfermedades, y la polinización que favorecen el éxito de nuestros cultivos.

Los ecosistemas también nos ofrecen el servicio de Apoyo, a través de muchos procesos imperceptibles que se llevan a cabo constantemente y que se manifiestan en servicios de regulación y abastecimiento, como: formación del suelo, ciclo de los nutrientes y fotosíntesis. Sin la fotosíntesis, el ecosistema no podrá proveer alimentos y sin los ciclos de nutrientes, las plantas no podrán desarrollarse bien y por ende no habrá recursos como madera, frutos y otros.

Por último, está el servicio Cultural, que nos provee de beneficios inmateriales como la apreciación del paisaje, inspiración para las manifestaciones estéticas y de belleza, espacio con valores recreativos, deportivos y bienestar espiritual.