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Madrugado y puntual, Rafael Alfredo Varela sale de su residencia en Soledad, Atlántico, rumbo al norte de Barranquilla. A pesar de que cumple una rutina y un horario, no tiene trabajo; su misión es conseguir uno.

Desde hace una semana este venezolano reparte su hoja de vida en la esquina de la calle 79 con carrera 52, con la esperanza de que 'entre más gente la vea, más personas lo puedan contactar'.

En este lugar, en el que los transeúntes y conductores están acostumbrados a ver vendedores informales y limpia vidrios, a muchos barranquilleros les sorprendió ver el cartel de este hombre y el mensaje que impartía al estar en búsqueda de un empleo.

A pesar de que no muchas personas le recibieron el papel, en donde indica su experiencia y sus años de trabajo, Rafael siguió divulgando su petición, hasta que varias fotos en redes sociales lo pusieron en el foco de atención de muchos barranquilleros.

Varios usuarios, a través del servicio Wasapea de EL HERALDO le comentaron a esta casa editorial sobre la presencia de este hombre, a quien tildaron de 'valiente' y 'luchador'.

Con un cartel que reza 'Soy excelente en lo que hago, tome una hoja de vida', ha entregado su currículo a más de 100 barranquilleros que han transitado -y le han recibido- su hoja de vida en el sector. Desde la mañana hasta las horas de la tarde, Rafael Varela ha tocado ventanas, saludado gente y preguntado por vacantes en el norte de la ciudad, a la espera de una llamada que le dé un trabajo.

'La gente en Barranquilla ha sido muy cálida y me han recibido muy bien. Por acá se han acercado y me han ofrecido agua y tinto, al mismo tiempo que me reciben la hoja de vida', contó Rafael Varela, quien llegó a la capital del Atlántico hace 30 días.

Varela, quien captó la atención de varios jóvenes en redes sociales, tiene 47 años y es licenciado en Computación, lo que sería equivalente a un título en Ingeniería de Sistemas en Colombia. Según indica su hoja de vida, tiene experiencia en mantenimiento de servidores, trabajo en redes de internet y en equipos de computación.

'Para que vean que no hay imposibles', 'El que lo propone, lo consigue' son algunos de los mensajes a favor de este hombre en redes sociales, cuyas fronteras se hicieron invisibles a través de los diferentes trinos y comentarios de apoyo.

En un comienzo, cuando recién llegó a Colombia, Varela recordó que aplicó a cualquier oportunidad de empleo que veía, pues tenía miedo de quedarse sin trabajar.

Según le contó a este medio, aplicó a restaurantes, bares y en pequeños locales cercanos a su residencia en búsqueda de un trabajo como lava platos o mesero, pero que, al ver su hoja de vida, le dijeron que ahí no había vacantes para alguien con sus capacidades.

Es por eso, que a partir de eso, ha optado por no mencionar su título profesional como licenciado en Computación, pues no quería que le dijeran lo mismo.

'Hablo inglés y un poco de japonés, eso lo dije en varios hoteles en Puerto Colombia, por si necesitaban a alguien que pudiera hablar con los turistas que llegaran. En un comienzo puse mis servicios y mi trabajo a disposición de las personas que conocía, pero hasta ahora nadie me ha contactado'.

Hasta el momento, Rafael no ha recibido ofertas de trabajo, aunque agradeció la 'calidez' de Barranquilla y el apoyo de su gente, pues ya tiene una cita para subir su hoja de vida a una plataforma digital.

Según contó el hombre, entre las personas que se le acercaron un muchacho le hizo la propuesta de que se presentara en su oficina para inscribirlo en su plataforma, en donde otras personas como él están en búsqueda de empleo.

Para él, 'cualquier oportunidad es valiosa', la misma razón por la cual agarró el cartel y empezó a repartir hojas de vida.

'La idea del letrero la vi en un noticiero de Estados Unidos y creí que funcionaría. Llevo aproximadamente una semana entregando hojas de vida y bueno... vamos a ver qué pasa, esperemos que funcione', dijo.

El caso, popular en redes sociales en semanas anteriores, captó la atención de Rafael, quien vio la noticia desde su televisor en Caracas, Venezuela, de donde es oriundo.

'En ese momento no pensé que tuviera que hacerlo, pues tenía trabajo y estaba todo bien, pero la situación se puso grave y tuve que venir a Colombia, en donde se me ocurrió que esa idea me podía funcionar', contó.