La intervención y demolición del Muelle de Puerto Colombia sigue generando discusiones alrededor de si debe continuar su demolición o si, por el contrario, se deben suspender las obras.
Al respecto, el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Alberto Escovar Wilson, señaló que el muelle por considerarse una obra importante de la ingeniería del país, declarada Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional, tuvo un Plan especial de Manejo y Protección (PEMP) que determinó su intervención.
El plan, que fue aprobado en 2009, incluyó un diagnóstico del estado de conservación del muelle y una reseña histórica de su proceso constructivo.
De acuerdo con Escovar, esta reseña indicó que el muelle no siempre estuvo construido en concreto, sino que, de hecho, tuvo varias etapas, una de las cuales fue en metal.
'Eso de entrada mostró un problema porque la estructura ya tenía unas dificultades, producto de la salinidad en el material que fue recubierto'.
Adicional, en 1930 la isla verde, un elemento natural que protegía el muelle del oleaje fue eliminada, desde entonces, el muelle se vio sometido a una serie de embates naturales que pusieron en peligro su conservación.
'Teniendo en cuenta estos antecedentes, se puso en marcha el proyecto de restauración en el marco del convenio que firmó Fontur, el Ministerio de Cultura y la Gobernación, ahí ya sabíamos que la estructura no podía ser restaurada, que había que hacer una nueva'.
Según el director de patrimonio, restaurar el muelle significaba darle un enfoque más turístico, recreativo y simbólico.
'Era importante recuperar la imagen de muelle, pero es claro que ahí no van a llegar barcos, el nuevo no tendrá las características del anterior. El diseño planteó hacer unas liberaciones en la estructura'.
Finalmente Escovar reiteró que el proyecto cuenta con el aval y el acompañamiento del Ministerio de Cultura.
'Una cosa es demoler un Bien de Interés Cultural para no reponerlo y otra muy distinta es como parte del proceso de restauración se deben hacer las actividades que se han adelantado'.
Era un peligro
'Ese muelle se había convertido en un peligro latente, hace mucho debió ser intervenido', dijo Rafael Maldonado, un residente desde hace 26 años de Puerto Colombia.
En la misma teoría coincide Jaime Santiago, presidente de la Veeduría del Muelle, quien además, agregó que frenar el proyecto es detener la reactivación del turismo.
'Era lo que se había contemplado y no pueden seguirle poniendo trabas a un proyecto que necesita el municipio'.
Todo lo contrario afirmó Marco Rico, arquitecto porteño, quien interpuso una solicitud ante la Gobernación del Atlántico para que se hiciera una revisión del contrato porque, según él, en el Plan Especial de Manejo y Protección del muelle no estaba contemplado su demolición.
'Las socializaciones no fueron precisas en términos técnicos. No es lo mismo hacer un muelle con un mar tranquilo y con unas islas al frente que lo protegían, como se está pretendiendo hacer ahora en mar abierto y con el embate de las olas'.
El porteño dice que se debe replantear el proyecto y detener las obras en aras de buscar lo que sea más conveniente para el municipio.
A sus 80 años, Enrique Wharff, pensionado de Colpuertos y nacido en Puerto Colombia hizo memoria de lo que significó el muelle hace unos 40 años y manifestó que se debió conservar como ruina, teniendo en cuenta su valor histórico y cultural.
'Fue el primer puerto marítimo de Colombia, que se caiga porque la naturaleza lo decidida y no por intereses particulares', afirmó Wharff.
Reunión con Fontur
Hoy, en Bogotá en horas de la tarde, Fontur, el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura del Atlántico se reunirán para definir el plan de manejo arqueológico del muelle y se confirmará cual será la entidad encargada de asumir la contratación de una nueva licencia para realizar dicha actividad en el proyecto de recuperación de los 200 metros de la estructura.