Es costumbre que en la región Caribe los hogares consuman el agua tal y como la obtienen, ya sea de la llave, recolectándola del agua lluvia o sacándola de pozos naturales y albercas.
Así lo indican los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida realizada el año pasado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), que revela que el 61,1% de los hogares consultados en la Costa aseguraron tomar el agua sin antes someterla a algún tipo de tratamiento.
La cifra está 8 puntos porcentuales por encima de la media nacional, que está establecida en 53,5%.
En Atlántico, el porcentaje de hogares que consumen el agua tal y como la obtienen es del 64,5%, mientras que el 15,1% hierve el agua antes de consumirla. Por otra parte, la encuesta también señala que
solo el 15,8% de los hogares cuentan con filtros para el agua y el 4% compra el agua que va a consumir. (Ver infografía)
En cuanto al panorama de la región, el departamento de Bolívar sobresale por tener la mayor proporción que usan el agua tal y como la obtienen (74%), seguido del departamento del Cesar (73,6%) y Sucre (64,9%).
Entretanto, en el departamento del Magdalena se presentó el porcentaje más alto de hogares que compran el agua para beber embotellada o en bolsa, con el (33,7%).
Cuestión cultural
EL HERALDO realizó un recorrido por varios corregimientos y municipios del Atlántico y se evidenció que la mayoría de las familias consumen el agua tal como la obtienen, aunque en muchas ocasiones no esté en óptimas condiciones.
Las mismas familias señalan que 'no ven necesario' hervir el agua que van a consumir o usar para preparar los alimentos, a menos que sea para alimentar a un recién nacido.
'Uno tiene el estómago acostumbrado a tomar el agua que recolectamos de la lluvia o de la que sacamos de los pozos y albercas, de pronto si viene un visitante le puede dar alguna enfermedad en el estómago, pero a nosotros no', indica Luis Montes, habitante del corregimiento de Leña, jurisdicción de Candelaria, en el sur del Atlántico.
Ana Torregroza, Investigadora de la Universidad de la Costa, aseguró que efectivamente en el caribe colombiano existe una cuestión cultural que hace que la gente tome el agua directamente como la obtienen, sin tener en cuenta la calidad. 'Es común escuchar explicaciones como que ya tienen la flora intestinal adaptada', señala.
Sin embargo, la experta explica que en departamentos como La Guajira y Magdalena el porcentaje de personas que compran el agua embotellada son mayores, debido a que se presume que la calidad del agua es más baja en comparación con otras ciudades de la Región.
¿Y si se hierve?
La concepción de los hogares es que al hervir el agua se matan las bacterias y parásitos nocivos que tiene el líquido, ya que al mantener el agua a temperatura de ebullición durante unos minutos se matan la mayoría de los organismos infecciosos.
Aracellys Caselles Osorio, licenciada en Biología e investigadora de la Universidad del Atlántico, explica que los patógenos del agua son los 'más problemáticos' para la salud de las personas, ya que tienen microorganismos como bacterias, virus y protozoos parásitos.
'A temperaturas de más de 100 grados centígrados las bacterias y los patógenos en el agua se mueren', señala la experta.
La calidad
Sin embargo, Caselles señala que el gran porcentaje de personas en Atlántico que consume agua directamente de la llave obedece a que la calidad del agua potable ha mejorado, gracias al sistema de potabilización con el que se cuenta hoy en día.
'El tratamiento que realiza la empresa de acueducto es óptimo, incluso ellos mismos recomiendan tomar el agua directamente de la llave', indica la licenciada en biología.
No obstante, recuerda que en poblaciones como Luruaco, en el sur del Atlántico, la población se abstiene de tomar el agua directamente de las plumas porque el sistema de potabilización 'no es muy eficiente'.
'Esto conlleva a que la gente le de miedo y prefiera hervir el agua o comprarla por su sabor', agrega la experta.
Rubén Cantero, magister en Ciencias Ambientales e investigador de la Universidad de la Costa, explica que aunque en muchos lugares del departamento el agua llega en buena calidad, los habitantes desconfían de los proceso de potabilización, por lo que prefieren hervirla.
'Pero hervirla cuando se tienen los niveles adecuados de cloro y el agua llega en buen estado no es bueno, pero la gente desconfía por las redes subterraneas por donde llega el agua a sus hogares', sostiene.
Cantero aclara que hay que tener en cuenta que una cosa es cobertura y otra es la calidad. 'No siempre en los lugares que hay cobertura hay buena calidad, es un tema en el que todavía hay que trabajar bastante', indica el experto.