Las gafas oscuras de Kenny no le generaron mayores molestias a la hora de ver dentro del despacho. A pesar de que sus lentes eran bastante negros, como la tinta de los tatuajes que llenaban sus brazos, el muchacho asentía con tranquilidad mientras los dos abogados discutían frente a la juez de paz. Era de mañana, por lo que uno asumiría que los anteojos eran para protegerse del sol. Pero Kenny, de repente, los levantó para mostrarle a la mediadora lo morado e hinchado que tenía el ojo izquierdo.
Por su corte de pelo, un siete afilado que terminaba en cola de zorro, Kenny parecía un joven rebelde. Aspecto respaldado por sus tatuajes agresivos, con cruces y símbolos oscuros, que combinaban con su mirada fría. Habían pasado varios minutos desde que se sentó junto a su abogado y todavía no había pronunciado palabra. No las necesitaba.
Un año atrás, en octubre de 2018, ingresó al Sena a un técnico en Gestión Ambiental. Debido a la separación de sus papás y a un acuerdo logrado en una comisaría de familia, el padre debía consignar una cuota mensual para su manutención. Así pasaron los meses, sin mayores inconvenientes, hasta que el progenitor se extrañó de que su hijo llevara un periodo extendido sin asistir a clases.
Al ser Kenny mayor de edad, la ley colombiana dictamina que debe estudiar un mínimo de 20 horas semanales para tener derecho a la pensión recibida por su padre, que –desde hace meses– sospechaba que su hijo no estaba asistiendo a su técnico en Gestión Ambiental. Con el objetivo de reducir o eliminar el pago mensual, el abogado del padre acudió al instituto, en donde le confirmaron lo que ya pensaba: el hijo de su cliente llevaba ocho meses sin ir a clases.
Fue por eso, y ante la solicitud de su cliente, que el abogado citó a Kenny al despacho de la juez de paz Nidia Donado, quien les abrió las puertas de su oficina para dirimir el conflicto familiar. Kenny, bajo y delgado, llegó junto a su defensor, un hombre mayor de gafas y paso lento, y se sentaron junto al apoderado del padre, un hombre joven de tez morena.