Telarañas de cables en postes en diferentes sectores de la ciudad, vallas publicitarias en andenes, cabinas telefónicas sin uso desde hace más de 20 años, tableros de contadores o medidores en el espacio público y antenas, hacen parte de los elementos que deterioran el paisaje urbano en la ciudad.
Así lo asegura el arquitecto Orlando Manjarrés Sánchez, quien desde hace 4 años adelanta un estudio en el que ha podido documentar cómo es la afectación o contaminación visual en la ciudad por estos elementos.
'El espacio público es de todos y no privatizado para unos cuantos; entonces queremos sensibilizar a la gente sobre el tema', dice Manjarrés al señalar que esta situación es común para muchos, pues vienen conviviendo con el problema desde hace muchos años.
El objetivo, afirma Manjarrés, es que la ciudad se vea ordenada. También destaca que Barranquilla se ha desarrollado con las obras que se han ejecutado en las últimas administraciones, de manera especial en lo que a canalización de arroyos se refiere, pero este desarrollo 'no puede opacarse' con este paisaje que afea el entorno y que 'desvaloriza' los bienes.
'El espacio público es sagrado, el andén es sagrado y aquí observamos una valla publicitaria en un anden; por ejemplo, en la que el peatón no se puede desplazar tranquilamente'.
El arquitecto también citó como ejemplo la calle 40 entre carreras 44 y 45, donde está ubicada una cabina telefónica oxidada y sin ningún tipo de uso, desde hace más de 20 años. Este mobiliario está en el centro del andén, lo que afecta el desplazamiento de las personas y el paisajismo.
Sostiene que en el programa de peatonalización también pueden observar que en una vía peatonal instalaron tableros y medidores o contadores.
Al referirse a los sitios donde con frecuencia se presenta esta situación de deterioro del paisaje urbano asegura que en 'Barranquilla poste que se respete tiene más de cuatro rollos de alambres colgando'.