La gerencia del Hospital Universitario Cari E.S.E de alta complejidad se juega otra carta, quizás la última. El centro de salud, que en otrora fuese el más importante del departamento y de la región, atraviesa desde hace años una crisis financiera que lo ha tenido a las puertas de su cierre.
Y es que la crisis se agudizó, según lo manifestado por las autoridades locales y nacionales, desde hace meses, no solo por una mala gestión y manejo de las finanzas, sino por la deuda de más de $86.300 millones. Esto, sumado a una cartera ($110 mil millones) por parte de EPS que ya fueron liquidadas, hace que su recaudo total sea casi que imposible.
Sumado a esta deuda, en los últimos años la entidad ha sido considerada como 'un hospital cerrado de puertas abiertas' que pasó de prestar más de 30 servicios a cuatro solamente y cuya ocupación, en su sede de alta complejidad, promediaba el 30% en el mejor de los meses.
No obstante, hoy en día existen opiniones divididas frente a lo que debería ser el futuro de la entidad. Por un lado, la gerencia del hospital adelanta un proceso para contratar un operador privado (gestor sanitario) que se encargaría de habilitar el componente de alta complejidad y el portafolio de servicios para poder cancelar los pasivos de la entidad.
Por otro lado, hay quienes piensan que privatizar los servicios no solucionará el problema de pasivos de la institución, por lo que la vía sería liquidar su personería jurídica para sanearlo fiscal y financieramente.