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Una estación de servicio se ha convertido en el 'principal obstáculo' para el desarrollo de las obras de la segunda calzada Cartagena–Barranquilla, a la altura del municipio de Tubará.

A pesar de que los trabajos en este tramo se encuentran avanzados, la gasolinera está 'en toda la mitad' y ha impedido que se siga desarrollando la construcción de esta arteria vial.

Los habitantes de la zona se mostraron 'muy preocupados' debido a las posibles repercusiones que esta situación tendría en el proyecto, teniendo en cuenta que en la zona no observan maquinaria ni obreros desde hace más de un mes. 

'Las obras avanzaban a buen ritmo, pero ahora están paralizadas. Ahora mismo no tenemos claridad de que sucederá con este pedazo de la vía', expuso César Martínez, un residente del sector.

Por su parte, Álex del Risco, un conductor que frecuentemente utiliza esta vía, aseguró que la mencionada estación de servicio debe ser reubicada para permitir el avance de las obras.

'Independientemente de todo lo que puede significar esta bomba para la economía de la zona, debe ser reubicada. Ahora mismo está deteniendo el progreso de la obra y eso es muy negativo, porque la demora nos afecta a muchas personas', aseguró Del Risco.

A su turno, el motociclista Pedro Muñoz puso de presente que el bien de la comunidad debe prevalecer en este caso.

'El proyecto debería estar avanzando para que se cumplan los plazos establecidos. Espero que pronto podamos disfrutar de la nueva calzada', indicó. 

Luis Cardona, conductor de un vehículo de servicio público, también pidió mayor celeridad en los trabajos, teniendo en cuenta el beneficio para la comunidad de los departamentos del Atlántico y Bolívar.

'En la semana, yo paso por acá entre una o dos veces y no he visto mayores avances. Los encargados deben tomar una decisión urgente con relación a la estación de servicio y así definir el futuro de la vía', dijo.