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Paredes agrietadas y llenas de humedad, ventanas dañadas y el cielo raso a punto de ceder son algunas de las 'precarias condiciones' que deben sortear más de 400 niños y jóvenes para recibir sus clases en la Institución Educativa Distrital Camilo Torres Tenorio.

Esta edificación, ubicada en el corazón del barrio Lucero, se está 'cayendo a pedazos' a pesar de ser catalogada como bien de interés distrital desde 2005.

Según la comunidad educativa, la problemática se ha hecho visible durante los últimos años a pesar de los trabajos que se han adelantado en la planta física de este colegio, que rinde tributo al prócer y mártir del primer movimiento independentista.

'En el 2013, los fuertes vientos tumbaron el techo del colegio y aunque se hicieron las reparaciones pertinentes, la situación ha empeorado y así se nota en las instalaciones del colegio', aseguró Nohemy Zabaleta, quien se desempeña como rectora de la institución educativa.

Zabaleta, quien está en ese cargo desde el año 2000, fue enfática al sostener que –en las últimas semanas– la lluvia ha dañado las ventanas y puertas de los salones.

'El agua se mete por todos lados y nos complica la vida cuando estamos dando clases. A eso hay que sumarle los reiterativos problemas con la acometida eléctrica, al punto que a veces nos toca realizar nuestras actividades en medio de la oscuridad', agregó.