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Colocar rejillas a los box culvert que ya existen en la Circunvalar de la Prosperidad fue la sugerencia que hizo la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, como una solución al impacto ecológico que ha generado la muerte de cangrejos y otras especies en el cruce de la vía, a la altura de la Ciénaga de Mallorquín.

La propuesta del gremio busca que en los conductos o túneles, diseñados por el concesionario a cargo de la vía, penetre la luz natural que necesitan especies como el cangrejo para guiarse en su proceso migratorio, tal y como lo han explicado algunos biólogos.

Además, el presidente de la Sociedad de Ingenieros en el Atlántico, Alberto Pedrosa, explica que por condiciones topográficas del terreno y por funcionalidad de las especies el paso debe ser por vía subterránea.

Pedrosa también analizó el proyecto de la Segunda Circunvalar y señaló que ha sido deficiente al no prever las medidas de mitigación necesarias para proteger la fauna que hace su tránsito desde Mallorquín hasta el otro extremo del ecosistema que separa los muros de concreto.

'Es muy difícil que los cangrejos se pasen por los huecos que les han hecho a los separadores'.

De acuerdo con el ingeniero, la importancia de preservar las especies en los proyectos de ingeniería e infraestructura ha llevado a lugares como San Andrés y Australia ha cerrar sus vías durante la temporada de migración de cangrejos.

'La idea no es que se haga lo mismo acá, pero sí que se tomen medidas efectivas para encauzar el paso de fauna'.

La preservación del cangrejo. El presidente de la Sociedad de Ingenieros Químicos del Atlántico, Osvaldo Castillo, dijo que es importante preservar a los crustáceos, porque si bien no se habla de peligro de extinción, la población está sometida a la contaminación de las costas de los mares y ríos por sustancias generadas por altas concentraciones de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, hidrocarbonos, metales tóxicos tales como cobre, plomo, níquel, plata y zinc y otras sustancias peligrosas.

'La eliminación de los canales de migración desde el agua dulce hasta los estuarios como ocurre en Mallorquín, sumado a la creciente contaminación, ponen en riesgo a la especie. Trazan una vía y se olvidan del ecosistema'.

La Concesión Costera, encargada de la construcción de la vía, contrató un estudio para definir el diseño para el paso exclusivo de crustáceos y otras especies.