Juan Carlos Estrada tiene 49 años y desde hace 25 labora en una empresa minera, en la que hace turnos de 12 horas. Sus jornadas por lo general comienzan a las 6 de la mañana y se extienden hasta las 6 de la tarde.
Este ingeniero recuerda que el día que sufrió un accidente de tránsito producto del microsueño salió a cenar y posteriormente se regresó a laborar de 8 de la noche a 12, pero el cansancio lo venció.
'Iba en el vehículo de la oficina al campamento, mi idea era tomarme un baño, descansar media hora y regresar a tomar el turno de 6 de la mañana, creí que podía vencer el sueño. En el camino me iba imaginando el cuarto, el baño y me dormí, el carro se salió de la vía, choque con un manjol y fui a dar a un poste de energía'.
Aunque no sufrió heridas de consideración y afortunadamente vive para contar la historia, Estrada dice que este accidente le deja como lección que 'con el sueño no se puede pelear'. 'Esto pasa en cuestión de segundos y puede ser fatal', advierte.
Precisamente, el denominado microsueño hace parte de las principales causas de accidentes viales y siniestros en carretera.
Este fenómeno que afecta directamente a los conductores, y que ha ocasionado, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, que durante 2019 hayan muerto en el país 52 personas en 119 accidentes, está relacionada con la pérdida de la conciencia y la realidad por un espacio de tiempo muy breve.
De acuerdo con Víctor Cantillo, experto en movilidad, el microsueño es uno de los graves problemas que incide en la accidentalidad vial y ocurre especialmente en vías rurales, en conductores que manejan largas jornadas sin descanso suficiente.
Según el experto, el microsueño abarca un lapso entre 3 a 5 segundos. Si la persona se desplaza a 80 kilómetros por hora, puede recorrer más de 100 metros sin control.
'Aunque típicamente un microsueño dura entre 3 y 5 segundos, puede prolongarse hasta uno o dos minutos. Más aún, a menudo la persona tiene el microsueño con los ojos abiertos, pero no es consciente de lo que ocurre a su alrededor', explica.
Según Cantillo, en el diseño vial se pueden implementar bandas vibradoras en los pavimentos, particularmente en bermas, de manera que si el vehículo está saliendo del camino pueda alertarse al conductor al sentir la vibración del vehículo.
También destaca que hay vehículos de modernas tecnologías que advierten al conductor si perciben que se está quedando dormido.
La advertencia del experto es que no se debe conducir si se está cansado o se ha dormido poco. También evitar extenuantes jornadas conduciendo sin descanso. El caso es particularmente crítico en conductores de buses y camiones.
Según el neurólogo José Vargas, en muchas ocasiones los conductores no se percatan de la situación, tras accidentarse.
El especialista sostiene que hay unos indicios claros para que la persona detenga el vehículo cuando sienta que lo afecta el sueño, pues un parpadeo de 15 segundos es suficiente para estrellarse. Explica que normalmente un microsueño se presenta en la madrugada, pero en ocasiones ha ocurrido en horas del día.
Isidro Ruiz, consultor en movilidad y seguridad vial, asegura que las empresas de servicios públicos de transporte no se toman en 'serio' el trabajo que deben hacer alrededor de la higiene del sueño de los conductores.
En el país, dice Ruiz, los conductores de servicio público en promedio duermen entre 3 y 4 horas diarias. Señala que en el caso de Barranquilla, por ejemplo, hay jornadas extenuantes de 12 y 14 horas. Tal situación se registra en el caso del transporte urbano, en el que hay conductores que toman turno a las 5:00 a.m. hasta 10:00 p.m. y mientras llegan a la casa, en promedio solo duermen 3 o 4 horas.
'En el transporte de carga por carretera el tema es más crítico. Existen ahora mecanismos para hacer que los conductores descansen, pero lo crítico es cuando a las personas se le acumulan día a día viaje tras viaje y acumulan cansancio'.
Según el consultor en movilidad y seguridad vial, es muy difícil -en el momento del accidente- determinar si la persona se quedó dormida, pero hay unos indicios; por ejemplo, cuando el conductor sale de manera inesperada de la carretera estando solo en la vía.
Detalla que cuando ya se entra en la etapa de investigación del accidente de tránsito lo que hacen es buscar los antecedentes de la jornada laboral de ese conductor. 'Ahí se puede intuir que la persona sufrió un microsueño por las jornadas acumuladas y por la falta de sueño', asegura.
Los expertos coinciden en que las empresas deben implementar un programa que se llama 'higiene del sueño'; eso hace parte del sistema de gestión de seguridad en salud en el trabajo.
Las actividades monótonas como manejar en carreteras rectas durante mucho tiempo se convierten en uno de los principales factores a tener en cuenta cuando se presenta un microsueño, el cual aumenta el nivel de accidentalidad en las vías.
La experta internacional Neus Ferrer se encuentra en Barranquilla desarrollando un modelo de neuroseguridad que busca desarrollar programas que permitan a los profesionales del volante ser más seguros. Esto a partir de técnicas que, con la repetición de conductas y el hábito, den lugar a nuevas conexiones neuronales que originen con el tiempo cambios en el comportamiento.
Este programa que desarrolla Ferrer busca mejorar la seguridad de los conductores con relación al estado sicofísico, higiene del sueño, distracciones, trabajo en equipo e incidencias.