Compartir:

Lo que inició como un dolor abdominal se ha convertido en un 'verdadero calvario' para María Victoria Charris, una mujer de 26 años –quien asegura– que desde hace más de veinte días tiene incrustado un elemento metálico (aguja) en el interior de su cuerpo.

El primero de diciembre, la mujer –quien reside en el municipio de Palmar de Varela– se trasladó hasta el hospital de Santo Tomás, debido a una dolencia en el abdomen. En el centro médico fue sometida a una serie de exámenes y le diagnostican apendicitis, por lo que fue remitida hasta la clínica Reina Catalina en Barranquilla para ser sometida a una intervención quirúrgica.

'Estuve tres días a la espera de que me operaran. Solo hasta el 4 de diciembre fui valorada por el cirujano general, quien confirmó que se trataba de una apendicitis y avaló la cirugía', explicó Charris, quien es psicóloga de profesión.

Luego de salir del quirófano, la mujer fue informada de que fue sometida a un procedimiento distinto, teniendo en cuenta que los dolores eran –al parecer– causados por quistes en los ovarios.

'Me dieron de alta y yo regresé a mi casa. Sin embargo, a los pocos días tuve que volver al hospital de Santo Tomás porque presentaba altas fiebres y escalofríos, entre otros síntomas. En el hospital no había ambulancia para el traslado, por lo que me movilicé por mis medios hasta el Hospital Universidad del Norte', indicó Charris en diálogo con EL HERALDO.

En dicho centro asistencial, según recordó, fue sometida a varios exámenes médicos y pudieron constatar que contaba con dos gasas en su interior, las cuales estaban en proceso de descomposición,

'Yo tenía un flujo extraño a causa de eso. Me operaron y retiraron las gasas. Empero, yo seguía sintiendo una especie de pinchazo en la misma zona, por lo que me hicieron una ecografía y encontraron un cuerpo metálico alojado', expresó.

En ese momento, fue trasladada hasta la Clínica Reina Catalina para ser sometida a una nueva intervención quirúrgica para la extracción de la aguja.

'Hubo una serie de trabas, pero al final me operaron. Después de eso, seguía presentando fiebres y otros dolores. Por eso me sometí a exámenes particulares y me encuentro con la sorpresa de que el objeto metálico todavía está alojado en mi cuerpo'.

Ante esta situación, la mujer –aduce– que interpuso una denuncia ante la Fiscalía: 'Lo que más me molesta es el engaño. Mi vida está comprometida y no quisiera que otras personas vivan lo mismo que me sucedió'.

Respuesta de la Clínica

Jairo Quiroz, director científico de la Clínica Reina Catalina, aseguró que –luego de la operación– la paciente realizó un granuloma tras rechazar la sutura.

'La paciente presentó una inflamación, se realizó un drenaje y la muestra se envió a patología, el cual reporta que hay un proceso inflamatorio secundario por una reacción alérgica a la sutura, pero no es un elemento metálico', expuso el profesional.