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Tras una ‘Gran Asamblea’ que no logró concretarse, la Universidad del Atlántico continúa en paro de carácter indefinido.

Lo que se esperaba como una reunión organizada y con asistencia masiva, terminó convertida en una polémica entre los estudiantes a favor y en contra del cese de actividades. 

La asamblea empezó a las 3:00p.m., solo tres personas se encontraban en las sillas que fueron colocadas para los moderadores y relatores de la reunión, mientras en el público se encontraban estudiantes, profesores y trabajadores de la universidad a la espera de una solución. 

El primero en tomar la voz fue el estudiante de derecho Germán Zuluaga. 'Este es un espacio para tratar de socializar, compartir, debatir y argumentar el futuro de la universidad. Vamos a intentar tomar la decisión en torno a las asambleas que se han venido desarrollando desde la semana pasada', sostuvo.

Tras varios minutos de silencio como respuesta a la invitación de Zuluaga, otros estudiantes empezaron a tomar el micrófono con la intención de 'aclarar que allí no se tomaría ninguna decisión, que la asamblea era ilegítima'. 

Sin embargo, la participación se iba desarrollando de manera organizada y moderada.

Los estudiantes independientes (no organizados de la Universidad del Atlántico), a través de Anthony Barrios Caballero, expusieron un comunicado en el que invitaron a los estamentos a dejar de un lado la 'cobardía' y a asumir el compromiso que la coyuntura amerita.

 'Si la comunidad universitaria está dispuesta a asumir el costo político de extender la toma como método de protesta social, entonces que valga la pena', manifestó Caballero. 

Otros pidieron que no quedaran fisuras que suscitaran acciones como el paro, de manera repetitiva. Además, mostraron su preocupación debido a que no queden subsanadas 'las necesidades de las facultades dentro de este proceso'. 

Durante las intervenciones manifestaron el apoyo a la familia de la joven Madelayne Ortega y a la investigación que se adelanta por la 'extraña muerte' de la joven. 

Mientras tanto en otro lugar de la universidad se encontraban los voceros de las ocho facultades que apoyan el paro indefinido, quienes socializaban con un grupo de estudiantes lo tratado en las asambleas pasadas y daban a conocer los puntos que se iban a tratar en el debate. 

 Después de un tiempo, el grupo de jóvenes llegó al coliseo, y en medio de las intervenciones que se desarrollaban de manera organizada empezaron a gritar: 'ilegítima, ilegítima'. 

 A la algarabía se sumó la gran mayoría de personas que ya se encontraba en el recinto, mientras que un grupo empezó a abandonar el lugar.

Zuluaga intentó intervenir nuevamente para poner orden en el lugar y continuar con el debate, pero no fue posible, pues cada vez que intentaba hablar no se lo permitían, al punto que le quitaron el micrófono.