Ventas ambulantes, estacionarias y fijas hacen parte del comercio en El Boliche. Su fama no solo se debe a que en la zona se puede comprar hasta lo inimaginable, sino al estigma de la inseguridad que lo ha acompañado por décadas.
Algunos de sus vendedores formales, quienes llevan hasta 40 años prestando servicios en el sector, solicitaron al Distrito mayor atención y medidas más eficaces para reactivar el comercio.
Guido Hurtado, de 75 años, propietario de un taller de soldadura, dijo que la proliferación de ventas ambulantes, también contribuyen a la inseguridad.
'La gente ya no viene, los negocios formales somos los más afectados; es necesario que como han hecho en otras partes del centro, se reorganice esta zona'.
Los focos de inseguridad, según algunos vendedores, tiene relación con el microtráfico y la extorsión, delitos de los que son víctimas algunos comerciantes, sobre todo aquellos que distribuyen frutas y verduras.
'Hace falta más presencia y permanencia de las autoridades', señaló un vendedor, quien trae a colación el hecho registrado el pasado 30 de enero, fecha en la que una comerciante de este sector fue asesinada con arma de fuego cuando caminaba por la carrera 40 con calle 29.
La víctima, al parecer, se dirigía a un negocio conocido como La Estrella, cuando fue alcanzada por un hombre que se desplazaba a pie.
Movilidad.
Algunos comerciantes aseguraron que 'la cantidad de ventas en plena vía' congestiona el tráfico vehicular.
'Tienen invadida la calle y se vuelve un conflicto entre los carros, las bicitaxis y las carretillas'.
La ocupación del espacio público también está afectando a los peatones, debido a la obstrucción que hay en las aceras con carretillas y productos que promocionan en las ventas informales.
'Toca caminar por la mitad de la calle y exponerse a que pueda ocurrir un accidente', dijo Marlene De la Hoz, compradora de la zona.
Según Asocentro, son unas 15 manzanas en las que confluyen más de 300 vendedores formales y un sinnúmero de vendedores informales que comercializan desde productos domésticos, hasta aparatos electrónicos de segunda mano.
Estos últimos, también piden a la administración distrital que tome medidas para organizar sus puestos de trabajo y formalizar su negocio.
'Llevo 25 años en la actividad del reciclaje y nos gustaría tener un puesto en mejores condiciones', comentó Rafael Bermejo.
La estación de buses intermunicipales que, desde la primera hora del día recogen y dejan pasajeros, influyen en la congestión vehicular; sin embargo, para el presidente de la Asociación de Comerciantes del Boliche, Isnader Díaz, esta terminal informal de buses contribuye a la economía de la zona.