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Los habitantes del barrio Campo Alegre denunciaron que la obra de repavimentación de la carrera 40A, entre calles 89 y 90, está detenida. Además, que como consecuencia de la suspensión de la obra la zona se ha convertido en un basurero a cielo abierto.

Aunque algunos vecinos dijeron que el problema de las basuras siempre ha estado, otros aseguraron que desde que los trabajos se detuvieron, la situación empeoró. 'La gente, sin que estuviera la obra, aprovechaba ese lote desocupado para botar la basura' puntualizó Arly Olivares, una de las residentes de la zona.

Por otro lado, de acuerdo con lo que dijeron los habitantes del barrio, los recicladores han aprovechado esa zona para tirar la basura que no les sirve, lo que aumenta el malestar de los más cercanos a la vía. 'Ellos vienen los lunes, miércoles y viernes a tirar la basura ahí', concluyó Olivares.

Asimismo, otro residente del sector, que pidió no identificarse, sostuvo que al lugar llegan constantemente personas, en su mayoría en vehículos de tracción animal, para arrojar en la zona animales muertos. Debido a esta situación, la vía se ha convertido en un foco de malos olores y proliferación de mosquitos.

El contratista de la obra, que inició en octubre de 2019, apenas ha pavimentado uno de los carriles de la vía; el otro carril continúa destapado.

Los vecinos sostienen que esta es una 'trampa mortal, para niños o adultos mayores' que transitan constantemente por ese sector del barrio, apuntó Elena Martínez, vecina del sector.

La inseguridad es otro de los temas que preocupa a la comunidad, puesto que consideran que por la suspensión de la obra esta situación pueda empeorar, puesto que la zona carece de la iluminación y, según afirman, ya se han presentado los primeros hechos delictivos. 'Ya se robaron una tapa del alcantarillado', aseguró uno de los residentes de la zona.

Por último, Elquin Londoño, uno de los más afectado porque su casa está ubicada al frente de la obra, contó que tenía pensado vivir en el inmueble de su propiedad, pero por los atrasos de la obra terminó ofreciendo la vivienda en arriendo, pero 'no la he podido arrendar porque nadie puede entrar, ha sido un tormento', puntualizó Londoño.

Entre tanto, el secretario de Obras Públicas, Rafael Lafont, explicó que las rejillas para las aguas lluvias faltantes se pondrán entre hoy y mañana y que adicionalmente 'va a ir un funcionario de la Secretaria de Obras Públicas para revisar la inquietud que tienen y darle solución, si es válida'.