Delimitar con banderas y boyas las zonas de protección, zonas de pescadores, áreas para el tránsito de embarcaciones, áreas para deportes náuticos, zona de bañistas, zonas de reposo, zonas de servicios turísticos y regularizar los horarios de las embarcaciones, son algunos de los planes de la Dirección General Marítima en Barranquilla (Dimar), para mejorar la seguridad de los bañistas en las playas de la región Caribe.
El contralmirante Juan Francisco Herrera Leal, director general Marítimo, en una reciente visita a EL HERALDO indicó que mantener el sistema de vigilancia y control de tráfico marítimo en las playas es un trabajo que realizan permanentemente y que han venido mejorando con la ayuda de herramientas tecnológicas en sus torres de control y con la capacitación de los oficiales.
Explicó que durante su administración se planteó realizar un plan de navegación, que incluya horas de ingreso y salida de las naves desde cada uno de los puertos para tener un mejor registro de actividades.
También anunció que en Cartagena -con el apoyo del Viceministerio de Turismo- instalarán a partir de la época de Semana Santa 270 boyas en Playa Blanca y 250 más en Cholón, con el fin de demarcar con claridad los canales de acceso de las embarcaciones y las zonas de bañistas, para que ninguno de los dos invada las áreas donde puedan ocurrir accidentes, como el del pasado mes de noviembre, donde perdió la vida una joven barranquillera.
Por otro lado, el contralmirante aseguró que a la fecha tienen más de 139 playas, de las cuales 100 se encuentran en proceso de zonificación.
La labor la realizan con el apoyo de la comunidad, los comités locales y las administraciones municipales.
Reconoció que estas últimas están comenzando a tener más conciencia de la importancia de participar y tomar decisiones con respecto a otorgar o denegar permisos a las personas que quieran desarrollar alguna actividad comercial o deportiva que vaya en contra del cuidado de las playas o los usuarios.
El director general Marítimo recalcó la necesidad de contar con la presencia de salvavidas y que se les brinden las herramientas necesarias para que puedan prestar sus servicios en momentos críticos, sobre todo en el sector del Atlántico, donde algunas playas tienen la condición de mucho oleaje.