Rafael Anillo, patrullero de la Policía Nacional, se declaró víctima del conflicto armado del país. Su testimonio fue escuchado en una jornada de caracterización que se realiza con miembros de la fuerza pública en la Escuela de Policía Antonio Nariño.
En 2009, Rafael sufrió un atentado cuando pertenecía al Escuadrón Móvil de Carabineros en La Gabarra, región del Catatumbo.
'Era la 1:30 de la madrugada, cuando empezamos a sentir el impacto de artefactos explosivos', relata el uniformado.
La lesión producto de la onda expansiva le generó daños a nivel físico y emocional.
'Perdí un porcentaje de la audición y dos años posteriores al atentado tuve episodios en los que me alteraba', agrega Anillo.
Han pasado 11 años desde aquellos hechos que cambiaron su vida, y que fueron atribuidos al frente 61 de las Farc. Ahora, este patrullero activo espera que el Estado le reconozca su condición de víctima y se dignifique su vida, a través de la materialización de sus derechos constitucionales. A él se le escuchó una doble declaración, debido a que también fue víctima de desplazamiento forzado.
Entre los 226 uniformados que asistieron entre el lunes y el martes, también se escuchó la declaración de Edier Canchila, un pensionado suboficial del Ejército Nacional, mutilado tras pisar una mina antipersonal, en la zona montañosa de El Nudo de Paramillo, ubicado entre Córdoba y Antioquia.
'Esta era una situación frecuente, varios compañeros también cayeron. La zona estaba llena de minas', contó Canchila en su declaración.
En este refugio natural, también hay varios capítulos escritos sobre ataques de grupos armados, los mismos que un 3 de julio de 2013 causaron una grave herida en la vida del uniformado, que solo hasta hoy podrá ser reparado por la Unidad para las Víctimas, tal y como lo establece la ley.
Medidas de satisfacción. Aunque la Corte Constitucional determinó que para los miembros de la Fuerza Pública no puede haber una doble reparación económica por principio de sostenibilidad del Estado, estos sí tienen derecho a otras medidas de satisfacción con las entidades que conforman el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a Víctimas (SNARIV), con las que el Gobierno nacional busca reparar a la comunidad militar.