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Los residentes del barrio La Chinita, suroriente de Barranquilla, aledaños al Puente Pumarejo manifestaron su preocupación por la afectación que les está ocasionando la construcción de un muro que hace parte de las obras complementarias del puente.

Los vecinos aseguran que los 'dejaron encerrados porque no hay vías de acceso a este sector'.

Según los residentes, en la zona hay varios negocios que se han visto afectados desde que se terminaron las obras donde se construyeron los muros de contención. Esto ocasionó que 'nadie pasa por aquí, ya no hay como pasar, ni los taxis quieren coger por acá', aseguró Wini Mejía, una de las denunciantes.

Mejía, dueña de un hospedaje, mencionó que 'ya no llega nadie a quedarse acá', porque no existe forma de pasar para el lugar ubicado a un costado de la carretera. 'Aquí se quedaban muleros, más que todo, pero de un año para acá como no pueden pasar no viene nadie', agregó.

Del mismo modo, la mujer dijo que se ha visto afectada económicamente y que se encuentra con deudas porque remodeló el lugar. 'Estoy endeudada con dos bancos porque presté para remodelar el hospedaje pero ahora no tengo cómo pagar', puntualizó

Lucas Torres, dueño de un taller eléctrico, aseguró que la obra 'perjudicó a los pequeños negocios y acomodó a los grandes' puesto que los afectados son todas personas de escasos recursos que se sostienen con este tipo de negocios.

El comerciante aseguró que la economía en su taller bajó en un 90% en el último año, donde sus principales clientes eran transportadores que se movilizaban por el sector, pero que a raíz de los inconvenientes no 'llegan clientes'.

En ese sentido, también denunciaron sentirse 'discriminados y encerrados, no somos animales', declaró Luisa Herrera, puesto que debido a la construcción de la ciclo ruta la diagonal 5, entrada principal del barrio, quedó obstaculizada por lo que ya no tienen acceso por ese sector.

Dicha ciclorruta quedó inconclusa en un tramo, dejando varillas y otros materiales al descubierto 'que pueden causar accidentes', advirtieron los vecinos. Además dos postes quedaron en mitad de esta misma.

Los perjudicados explicaron que temen cuando llegue la época de lluvias, puesto que 'quedaremos inundados, el agua no tiene para donde ir', y mencionaron que en el mes de octubre se registró una lluvia mientras aún estaba en construcción y se vieron afectados por la inundación.

Los residentes del barrio se han reunido con Sacyr, consorcio encargado de la construcción, para buscar soluciones a la problemática. 'No nos han respondido nada, el 10 de marzo nos reunimos y no llegamos a ningún acuerdo, ahora nos vamos a reunir el 17 para ver qué se hace', explicó Wini Mejía.