A una semana de que finalice la segunda fase del aislamiento preventivo obligatorio decretada por el Gobierno nacional (la medianoche del domingo 26 de abril), la cantidad de ciudadanos en las calles, incumpliendo la cuarentena, ha ido en aumento en los últimos días.
Así lo pudo evidenciar EL HERALDO durante un recorrido que realizó por varias zonas de Barranquilla y su área metropolitana, donde el incremento de personas en las calles y en el servicio de transporte público era mayor al identificado los primeros días del inicio de la cuarentena.
En supermercados y compra-ventas, varias personas que se encontraban haciendo filas indicaron que los encargados de realizar la logística devolvieron a varios ciudadanos que salieron a hacer las compras ignorando la medida del ‘pico y cédula’.
Los casos específicos se presentaron en dos supermercados del sur de la ciudad. 'En uno la fila era como de 50 personas y devolvieron a 20 personas, en otro habían como 15 personas y regresaron a 6 personas. La situación da a entender que no se están cumpliendo las medidas', dijo Mónica Rodríguez, una ama de casa que salió de su hogar para comprar algunos productos de la canasta básica.
Por otra parte, la mayoría de los vendedores de frutas y verduras –que se encontraban en los andenes del centro de Barranquilla– han optado por reemplazar las ‘chazas’ por carretillas para poder movilizarse por la ciudad. Ante esta situación, las autoridades se encuentran realizando jornadas para evitar que estas personas continúen violando la cuarentena.
Vendedores
La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público de Barranquilla, en compañía de la Policía Nacional, se encuentra realizando campañas pedagógicas a los vendedores informales que sorprenden vendiendo en las calles, los cuales son ingresados en unas bases de datos para que reciban ayudas alimentarias. Si son hallados reincidiendo en el acto se les decomisa –en compañía de la Policía– las carretillas, mesas, sillas, entre otros, que podrán reclamar cuando acabe la crisis sanitaria.
Así las cosas, la secretaría explica que a la fecha ha entregado más de 4.687 auxilios entre los vendedores estacionarios, semiestacionarios y ambulantes de Asolibros, Asoveab, Asovendedores, Asoveme, Cabrito, Casa del Vendedor, Centro cultural del libro, Coomulveba 2000, Esquina del arte, Galería la 32, Galería la 72, Plaza de San Nicolás, Metroplaza, Paseo del sabor, Sindivesab, Sintraloteros, Sintroagrícola, Sinuncom, Sinvoprensa, vendedores plaza San José, zapateros plaza de San Nicolás, vendedores de Simón Bolívar y vendedores ambulantes varios.
José Fontalvo, un vendedor que antes tenía su carreta en el sector de Barranquillita, aseguró que tuvo que salir a las calles porque la Policía no los dejaba trabajar en esa zona de la ciudad. Indicó que mandó a hacer una carretilla para poder moverse por otros lugares.
El pequeño comerciante destacó que por el barrio donde habita repartieron compras, pero que no alcanzaban. 'Por eso tengo que salir, tengo hijos que tienen que comer', dijo.
José, quien llevaba guantes y tapabocas, reconoció que los últimos días que estuvo en Barranquillita no vendió tanto como ahora que está saliendo. 'La gente no estaba llegando por miedo de la enfermedad, caminando vendo más'.