Compartir:

Arroz Barato, un barrio popular de Cartagena, tiene 47 años de fundado y solo una calle pavimentada. Igual ocurre en Villa Tabla, en Santa Marta, en donde sus 1.800 habitantes nunca han tenido agua potable.

Son barrios de extracción humilde, cuyos habitantes en su gran mayoría viven de la economía informal o del rebusque. En Zapato en mano, Valledupar, la comunidad sigue esperando que mejoren los servicios públicos y que sus calles sean pavimentadas para evitar quitarse el calzado cada vez que llueve, porque es imposible transitar. La comunidad de Tripa Larga, en Sincelejo, pide a gritos que mejoren la energía eléctrica y que se acaben los continuos apagones. Los de La Bendición de Dios, en Barranquilla, si bien tienen muchas estrecheces, quieren vivir en paz alejados de las bandas criminales. Son historias de ocho barrios de la Costa Caribe con nombres muy curiosos y necesidades básicas insatisfechas, por culpa de la falta de gestión de las administraciones.