No había terminado la primera semana de la cuarentena nacional obligatoria por COVID-19, cuando ocho profesionales barranquilleros ya estaban trabajando en crear una máquina útil en la lucha contra la pandemia.
Se trata de un grupo de ingenieros emprendedores que, tras 50 días de trabajo, investigación e innovación, lograron desarrollar —con recursos propios— un prototipo de ventilador mecánico o respirador artificial que pretende ser accesible y efectivo para atender a pacientes críticos con COVID-19.
Lukas Donado, un administrador de empresas de 33 años que hace parte del equipo, aseguró que esta es una iniciativa 'solidaria y abierta con el ecosistema emprendedor de la ciudad', que nació a partir de un ‘challenge’ (desafío).
'Una empresa de consultoría en innovación sacó un ‘challenge’ para que ingenieros y desarrolladores produjeran alternativas para la lucha en medio de la pandemia por el coronavirus y así, teniendo en cuenta ciertos criterios, seleccionara una idea para continuar trabajando en ella. Esta vez, la mejor idea resultó ser la del respirador artificial en el que ahora estamos trabajando', explicó Donado.
Aseguró que en estos momentos son cinco empresas, cada una con su área de experticia diferente, las que con la asesoría del doctor Johan Lanziano, un médico anestesiólogo intensivista con mucha experiencia en todo el tema de ventilación y respiración mecánica, han logrado producir el Vesalio IV.
'Es un ventilador mecánico con interfaz digital que permite brindar un modo de ventilación por medio de procesos mandatorios, controlado por presión y volumen. Tiene funcionalidad completa para procesos de ventilación estable y sencillos en pacientes críticos; y fue creado bajo la filosofía de bajo costo, atado a una vida útil que nos permita sobrellevar la emergencia', aseguró.
Asimismo, aseguró que el proyecto está en etapa de validación y que ya se han hecho cuatro pruebas que les han permitido ir haciendo modificaciones y mejoras al prototipo.
'Esperamos realizar una última prueba a finales de esta semana para tener el ventilador normalizado y, en la próxima semana, empezar a poder hacer pruebas en modelo animal, como lo establece el Invima', dijo Donado.
Esta prueba o estudio preclínico se haría en un cerdo, un animal que tiene una anatomía similar a la humana y al cual tendrían que ventilar (respiración artificial) durante cinco horas en medio de una cirugía. De funcionar y recibir el aval de Invima, los modelos creados por el grupo podrían tener un costo 'que debe estar por debajo de los $10 millones' cada uno.
Cristian Soles, ingeniero mecánico egresado de la Universidad del Norte —también miembro del equipo—, aseguró que el proyecto va por muy buen camino y es altamente viable, pues han logrado simplificar el mecanismo de ventilación, en comparación con uno convencional, para hacerlo accesible al mercado colombiano.
'Haremos una prueba más antes del estudio preclínico, pero estamos muy cerca de conseguir un resultado apto', indicó Soles, resaltando que la principal motivación para el desarrollo de este proyecto es saber que en sus manos está una solución y un arma de lucha contra la pandemia.
'Esta es la oportunidad de aportar un grano de arena para mitigar el efecto que está situación (pandemia de COVID-19) tiene sobre el mundo y, especialmente, en la comunidad barranquillera', concluyó.
Cabe destacar que los miembros del equipo son jóvenes barranquilleros especializados en ingeniería mecánica y carreras afines, que han trabajado de manera incansable y con el apoyo de la Alcaldía de Barranquilla para sacar a flote el ventilador llamado Vesalio, en honor a Andrés Vesalio, un médico, investigador y profesor de ciencias del siglo XVI, considerado el padre de la anatomía moderna.