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Luego de que se reactivarán las obras de construcción en el país, la Concesión Costera, encargada de ejecutar el proyecto de la Segunda Circunvalar también activó su protocolo para iniciar labores en el último tramo de la carretera de cuarta generación.

El hecho, al parecer, causa perturbación a la parroquia San Francisco Javier, ubicada en Villa Campestre, sector por donde se lleva a cabo la construcción.

Al menos, así quedó consignado en un documento que la Arquidiócesis de Barranquilla envió el pasado viernes a la Concesión, con el ánimo de que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) 'haga una valoración de lo que viene ocurriendo y tome las medidas correspondientes'.

De acuerdo con lo expresado por la Iglesia, 'no se está cumpliendo con los requisitos de seguridad ni con las disposiciones en materia de regulación que se habían ordenado mediante el auto 07172 del 05 de septiembre de 2019, en el que se ejecuta seguimiento y control ambiental y se le reitera a la Concesión Costera Cartagena – Barranquilla S.A.S. el compromisos que tiene en esta materia'.

Exponen que mediante movimientos de tierra y excavaciones han dejado sin ningún tipo de soporte parte de la cimentación de la parroquia. Además explican que parte de los muros perimetrales se encuentran sin ningún medio físico de protección o aseguramiento.

'Según lo establecido en las licencias ambientales otorgadas, es claro que se debieron adoptar las precauciones necesarias para evitar afectaciones en las estructuras de las edificaciones colindantes, no existen sistemas de contención de tierras, con lo cual la parroquia está totalmente expuesta al aumento del desmoronamiento del terreno', se lee en el documento.