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Familiares de Sonia de De León Ahumada –la mujer adulta fallecida este domingo y cuyo cuerpo no aparece– dieron a conocer ayer seguían sin obtener respuesta sobre el paradero del cadáver y que la Secretaría de Salud del Distrito no les autorizó la exhumación.

'Nos pasamos todo el día en el cementerio y no nos la dejaron ver, la Secretaría de salud no permitió que abrirán el ataúd', dijo Martha De León.

Explicó que su familia ya había conseguido la autorización de la funeraria y el de la propietaria del lote -donde se hizo el sepelio- ya que a ésta la habían llamado para informarle que había aparecido el verdadero cuerpo de su pariente.

'La señora a la que llamaron para que diera la orden ya no tenía nada que ver ahí porque encontró su familiar en la clínica, entonces ella tiene que darle otra sepultura al señor', explicó Martha.

Aseguró que lo que queda ahora por hacer es presentar una demanda para poder obtener información sobre el paradero del cuerpo de su madre.

Otro de los casos ocurridos en Barranquilla fue la semana pasada cuando falleció un hombre adulto en la Clínica Vida y les dieron respuesta a sus familiares del cadáver dos días después y el cual denunció a través de la línea Wasapea a EL HERALDO.

El nieto del hombre fallecido, quien pidió reserva de su identidad, explicó que luego de reclamar al centro médico, su madre pudo hacer la identificación del cuerpo dos días después.

'Ella (su madre) entró con todas las medidas de bioseguridad a la morgue y me confirmó que el cuerpo (de su abuelo) estaba ahí', dijo.

Aseguró que el personal médico les había asegurado que el cadáver ya estaba embalado en las bolsas de protección. Sin embargo, al momento de hacer el reconocimiento notaron que esta información era falsa y que ya estaba expulsando fluidos.

Indicó que el día que murió, cuando fue el personal de la funeraria a buscar el cuerpo, al encargado de la carroza fúnebre le dijeron que el cuerpo no aparecía y que la encargada de la morgue de esa clínica -rápidamente- pidió que cambiaran el nombre de otro fallecido y le colocaran el de su abuelo a otro muerto.

Según explicó, la persona de la funeraria le señaló a la mujer encargada que si se llevaba el cuerpo era bajo su responsabilidad. Por lo que ella le respondió que esperara porque aún lo tenían en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

'Un cuerpo que fallece en la UCI de inmediato debía ser bajado a la morgue por todos los protocolos de bioseguridad. Entonces cómo un cuerpo que fallece un día anterior todavía está en UCI cuando lo van a recoger', se preguntaba el joven.

Indicó que, al conocer la situación, su familia comenzó a exigirle a la Clínica Vida que le dieran información del cuerpo de su pariente y por lo que había sucedido con el trabajador de la funeraria.

Finalmente, el viernes les entregaron el cadáver de su abuelo que fue sepultado ese mismo día.

Varios periodistas EL HERALDO trataron de contactarse con la mujer encargada de la morgue de la Clínica Vida pero no obtuvieron información sobre el caso.

Cementerio se prepara para la falta de bóvedas

Ante un posible caso de saturación y falta de disponibilidad de bóvedas, el Ministerio de Salud ha dado lineamientos para prevenir una emergencia de salud pública. Entre esos se encuentra la habilitación de lugares para almacenar cuerpos.

Jaime Castillo, gerente del Cementerio Universal de Barranquilla, explicó que la Alcaldía les solicitó apoyo 'en todo lo que podamos' para prepararse por si se presenta el peor de los escenarios, que es un alto aumento de fallecidos.

Aseguró que la Alcaldía les hizo entrega de un contenedor refrigerado, el cual fue llevado a las instalaciones del cementerio el pasado viernes.

'Es un cuarto frío y lo colocaron en las instalaciones del cementerio, nosotros autorizamos el espacio', dijo.

Castillo indicó que aún no tienen conocimiento de cuántos cuerpos pueden almacenar en el lugar, ya que esta la primera vez que se ven en una situación de esta magnitud. Sin embargo, señaló que esto se hizo como medida preventiva.

'Eso no es que se va a usar enseguida, estamos coordinando todos los cuerpos que están llegando'.

Jaime Castillo dio a conocer que sí se ha incrementado la ocupación semana tras semana. 'Cada vez son más (cuerpos) los que llegan'.

Aseguró que a diario le pueden llegar entre 25 y 30 cuerpos, y que la semana pasada tuvieron un total de 123.

Reveló que cuando no estaba la pandemia, en un mes podían tener entre 180 y 200 sepelios. 'Ahora mismo estamos superando esas cifras'.

Aumento de actas de defunción

Álvaro de Jesús Ariza Fontalvo, notario doce de Barranquilla, dijo que, según las estadísticas de registros de defunción inscritas en 2019 y en lo que va del 2020, se evidencia el aumento de fallecimientos –este año– a partir de abril, fecha en la que ya se habían conocido los primeros casos de coronavirus en la ciudad.

Según las estadísticas, en todo abril de 2019 recibieron 155 actas de defunciones, mientras que entre el 14 y el 30 de abril habían recibido 203 actas de defunción.

En el mes de mayo de 2019 recibieron 174 y en mayo del 2020 recibieron 230 actas.

Durante el mes de junio de 2019 recibieron 180 solicitudes y en lo corrido de junio de este año, a corte del primero al 18, llevaban 538 actas de defunción.

Inhumación, la alternativa para fallecidos por COVID-19

El Ministerio de Salud emitió desde abril una guía que deben seguir las instituciones prestadoras de servicios de salud, las autoridades judiciales, ciencias forenses, servicios funerarios y cementerios frente al manejo seguro, transporte de cuerpos de fallecidos por COVID-19 o sospechosos.

En el documento el Ministerio explicó que la disposición final de cadáveres de personas fallecidas por el virus se hará 'preferiblemente' por cremación. Sin embargo, debido a la alta demanda de fallecidos positivos y supuestos, la Secretaría de Salud Distrital ha permitido que se hagan inhumaciones bajo estrictos protocolos de seguridad, que incluye un número limitado de acompañantes.

La Secretaría dijo que el alistamiento del cadáver se realizará siempre en el lugar del deceso y no se permitirá el traslado hacia otra ciudad o municipio para su disposición final, salvo en las áreas metropolitanas y entre municipios vecinos cuando no existan servicios locales para la disposición final, y siempre y cuando el servicio funerario garantice condiciones seguras de traslado y se cuente con la autorización del municipio receptor. En el documento se estipuló que el transporte, la cremación o inhumación, según sea el caso, deberá efectuarse en el menor tiempo posible, con el fin de prevenir la exposición de los trabajadores y comunidad general al virus.

Por lo que se debe evitar la realización de rituales fúnebres que conlleven reuniones o aglomeraciones de personas.

Otro aspecto es que en la eventualidad en el que un deceso por el virus ocurra en la vivienda, lo primero que deben realizar los familiares es la notificación a la Secretaría de Salud para que esta realice la coordinación con la EPS.